Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática

Un sistema de asistencia en la conducción adapta sus sugerencias al estado del usuario

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Emre Yay. Fuente: US.

Miembros del grupo de Investigación, Desarrollo e Innovación en Informática de la Universidad de Sevilla y expertos de la Universidad de Reutlingen (Alemania) han desarrollado un sistema de asistencia en la conducción eficiente y seguro basado en el comportamiento del conductor.

Esta tecnología adapta sus recomendaciones en tiempo real según el nivel de estrés que presente el usuario y la forma de conducción que esté llevando a cabo en ese instante.

Es el resultado de la tesis doctoral del investigador Emre Yay, de la Escuela de Ingeniería Informática de Sevilla, que ha realizado bajo la dirección del profesor de la US Juan Antonio Ortega y de la profesora de la Universidad de Reutlingen Natividad Martínez.

El sistema analiza la forma de conducir de la persona y su estado emocional a través la información que suministran una serie de indicadores del interior del automóvil como son la velocidad, los cambios de marcha o la aceleración, y unos sensores/pulseras de pulso que permiten conocer el nivel de estrés y nerviosismo del conductor en ese preciso momento.

“Con todos estos datos se van proporcionando al conductor una serie de indicaciones para una conducción segura y eficiente, pero si el usuario no sigue estas recomendaciones el sistema lo detecta y se encarga de adaptarlas a la realidad que está viviendo en ese instante el conductor”, explica Martínez, que añade que tratan «de dar indicaciones que no aumenten la carga de estrés del conductor para evitar que apague el dispositivo”.

Los nuevos estudios en computación centrada en la persona se centran también en señales táctiles que adviertan por ejemplo de un exceso de velocidad a través de la vibración del pedal del acelerador.

Según informa la US en una nota, Mercedes-Benz ha incorporado a su plantilla a Yay con el objetivo de poner a punto este sistema integrado para sus nuevos modelos de coches. Otras empresas como BMW o Porsche también cuentan con estudiantes de la Universidad de Reutlingen para el desarrollo de sistemas en coches de última generación.

El proyecto IBSEN creará el mayor simulador del comportamiento humano

El Grupo de Redes y Sistemas Complejos del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza participará en la creación del simulador del comportamiento humano más grande hasta la fecha, dentro del proyecto europeo IBSEN del programa Horizonte 2020.

La finalidad, explica la universidad en una nota, es estudiar los patrones de comportamiento en humanos en diferentes contextos para poder implementar y rediseñar de manera más eficiente nuevas políticas y estrategias en todos los ámbitos de la sociedad.

Uno de los objetivos de este proyecto internacional, que va a ser desarrollado por Holanda, Reino Unido, Finlandia y España, es la creación de una base de datos de 10.000 voluntarios para el desarrollo de experimentos presenciales y en línea. El proyecto, que durará tres años, comenzó en septiembre de 2015 con la preparación del sistema que gestiona la base de datos y al software que se usa para los juegos. Ahora se pone en marcha la fase de búsqueda de participantes.

“El objetivo es dar respuesta a diversas preguntas como: ¿Cuáles son los verdaderos mecanismos que promueven la cooperación?, ¿Cómo se comportan los humanos ante diferentes escenarios estratégicos?, etc.” explica Yamir Moreno, director del Grupo de Redes y Sistemas Complejos (Cosnet) de BIFI y responsable del nodo de IBSEN en Zaragoza.

Todos las personas mayores de edad podrán formar parte de este proyecto. Para ello, solo tiene que inscribirse en este enlace. Los participantes recibirán una remuneración económica que consiste en una cantidad inicial que puede aumentar en función de los resultados finales obtenidos en el juego. Los experimentos tendrán varias rondas y una duración total aproximada de unos 40-45 minutos. Esencialmente, se basan en la toma de decisiones sencillas ante determinados contextos estratégicos. Los sujetos jugarán desde un ordenador y estarán conectados con otros jugadores.

Cuando comiencen los experimentos presenciales (en solo unos pocos meses), todos los inscritos recibirán con antelación una comunicación vía correo electrónico y a través de las redes sociales. Una vez abierta la convocatoria, los participantes solo tendrán que ir confirmando su asistencia hasta llegar al número de individuos necesarios para cada experimento. La participación es voluntaria y todos los datos se tratarán de forma anónima y confidencial.

Participan también miembros de la Universidad Carlos III de Madrid, del Laboratorio Lineex de la Universidad de Valencia, de la Universidad de Oxford y de la de Cambridge (Reino Unido), de la Universidad Aalto (Finlandia) y de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos).

Utilizan la ley de la gravedad para clasificar fotografías

Óscar Reyes (izda.) y Sebastián Ventura. Fuente: UCO.

Lo que puede valer para todo el universo, bien puede servir también para el mundo virtual. Así lo considera un equipo de informáticos de la Universidad de Córdoba (UCO), que ha desarrollado algoritmos basados en la ley de la gravedad. Los algoritmos generados son más eficaces que los convencionales y permiten clasificar datos que pueden servir para el diagnóstico de enfermedades, discriminar el correo válido del spam o categorizar fotografías.

El equipo del Departamento de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial que dirige Sebastián Ventura dispone de una línea de investigación en torno a los algoritmos de aprendizaje perezoso.

Un algoritmo computacional es una serie de operaciones para resolver problemas informáticos, por ejemplo, si una fotografía se parece a otra y así clasificarlas juntas. Generalmente se construye un modelo para dar respuesta a estas cuestiones. Los algoritmos perezosos, sin embargo, ganan su fama de vagos porque no parten de ningún modelo, sino que aprovechan las características de los datos para determinar a posteriori la clase a la que pertenecen los objetos. Entre los algoritmos perezosos hay unos que clasifican datos por cercanía a otros datos. Son los algoritmos del vecino más cercano.

“Los algoritmos perezosos son útiles, pero a veces hay límites entre los vecinos que no son muy claros”, estima Ventura en la nota de prensa de la universidad. Puede que algunos datos de una familia se salgan por mucho de la media, establezcan un límite muy difuso y distorsionen, con ello, la ubicación de los nuevos datos que llegan. Con el fin de mejorar la eficiencia de este enfoque, los informáticos de la UCO no se fijaron en la distancia al vecino más próximo, sino en la capacidad de atracción que podían tener. Pensaron que cada dato podía ejercer una fuerza gravitatoria, como si fuera un planeta. Además, consideraron que la fuerza de las partículas de una misma clase se podía sumar, de manera que la clase a la que pertenece un nuevo objeto está determinada por la clase que ejerce una fuerza máxima sobre él.

Con este planteamiento, el equipo, en colaboración con las universidades Central de Las Villas y de Holguín (Cuba), ha creado algoritmos más eficientes. “Mejoran la obtención de clasificaciones”, resume el catedrático. El trabajo se ha publicado en la revista Information Sciences.

En el trabajo se intentan clasificar datos que pueden presentar más de una etiqueta. Por ejemplo, cuando reconocemos personas en una fotografía, una foto puede contener a varias personas y, por tanto, no se puede usar el nombre de una única persona para etiquetarla. “En el trabajo se resuelve el problema de la clasificación multietiqueta incorporando tanto el concepto de vecindad o distancia, típicos de los algoritmos perezosos, como el concepto de pureza, que se refiere a la cantidad de vecinos similares entre sí”, resuelve Reyes, estudiante cubano de doctorado en la UCO participante en el estudio.

Analizan el lenguaje de las redes sociales según el barrio de origen

La lingüista Laura Martín-Pérez González y la traductora María Dolores García, de Dail Software, spin-off de la Universidad Politécnica de Madrid, han analizado mediante técnicas computacionales el lenguaje de las redes sociales según el barrio de origen, en este caso de los barrios Vallecas y Salamanca, de la ciudad de Madrid.

El objetivo de la comunicación es, según informa la compañía en su web, mostrar las variaciones sociolingüísticas de las interacciones existentes en las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram. Para estudiarlas se ha construido un corpus de comentarios de dos vertientes: comentarios procedentes de la zona del barrio de Salamanca y comentarios procedentes del barrio de Vallecas.

Para analizar el corpus, se ha usado la herramienta Simple Extractor, de Dail. Esta herramienta computacional ofrece una lista de palabras ordenadas por términos (cada término consta de entre 1 y 7 palabras) añadiendo además la frecuencia de aparición de los mismos. Esto permite observar la lengua desde diferentes niveles lingüísticos, como el ortográfico, el léxico y el sintáctico.

La conclusión del análisis no solo da un panorama de la variedad sociolingüística de estos dos barrios de Madrid sino que reafirma la idea de que el desarrollo de la tecnología computacional ayuda a la automatización del análisis lingüístico, explican las investigadoras.

El artículo Variación sociolingüística en las redes sociales desde una aproximación computacional se presentará entre el 23 y el 25 de mayo en el XII Congreso Internacional de Lingüística General, que se celebrará en Alcalá de Henares.

Una tesis de la UPM propone varios modelos para el tratamiento automático del lenguaje

Miguel Ángel de la Villa, investigador de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid, propone en su tesis doctoral, presentada en febrero, varios modelos lingüísticos de tratamiento automático de la lengua.

Los modelos, concebidos desde una perspectiva de independencia con respecto a la lengua, permiten tanto construir automáticamente conocimiento enciclopédico a partir de textos como resolver el problema de la anáfora.

El trabajo, titulado Método para la Construcción Automática de Ontologías Basado en Patrones Lingüísticos, supone un avance, tanto en el área de la Lingüística como en el tratamiento automático de la lengua, de cara a hacer sistemas que permitan en el futuro sobrepasar los problemas del multilingüismo.

Así, uno de los modelos propuestos resuelve el fenómeno lingüístico de la anáfora (expresiones cuya interpretación depende de otra expresión presente en el contexto del discurso). El modelo acomete el problema analizando el significado del texto con independencia de la lengua con la que está escrito, permitiendo interpretar las anáforas presentes en textos de diferentes idiomas.

Asimismo, propone un modelo que permite extraer información útil de grandes cantidades de documentos y construir así de forma automática lo que se denomina conocimiento enciclopédico. La propuesta podría ser la base de los llamados repositorios de conocimiento.

La tesis, realizada a lo largo de varios años, ha sido parcialmente publicada en medios internacionales en varias ocasiones y ha sido dirigida por Jesús Cardeñosa, director del Grupo de Validación y Aplicaciones Industriales de la UPM, al que pertenece Villa. Ambos trabajan en la empresa Dail Software, spin-off de la universidad.

Un sistema de la UPM analiza flujos de datos aprendiendo en tiempo real

El sistema. Fuente: UPM.

Investigadores de la Escuela de Ingenieros Informáticos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han desarrollado un sistema de análisis de flujos de datos capaz de aprender del contexto y de detectar, generar, almacenar y reutilizar los patrones recogidos en los datos que ya se han analizado. De este modo, se puede predecir el momento en el que estos patrones volverán a aparecer e identificar cambios en el contexto que ayuden a detectar fraudes o spam.

“Nuestro trabajo se centra en un ámbito que es punta de lanza en materia de minería de datos, en data streams”, explica Ernestina Menasalvas, del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos e Ingeniería del Software de la UPM, en la nota de prensa de ésta. “El sistema permite optimizar el desarrollo de modelos de clasificación de minería de datos reutilizando modelos similares en contextos parecidos. Todo ello mejora las capacidades de aplicar la inteligencia artificial a entornos como ciudades inteligentes, Internet de las cosas, o dispositivos móviles”.

Los cambios de contexto pueden estar originados por hechos conocidos, como aquellos asociados a la climatología o a la estación del año, o provenir de aspectos desconocidos a priori. Para predecirlos, los investigadores desarrollaron una función de similitud basada en técnicas de lógica difusa que extiende el comportamiento básico de decisión sí/no. “Una vez que la función determina si existen modelos de clasificación equivalentes para tratar el nuevo contexto, el sistema puede aplicar los mismos de forma directa gracias a su almacenamiento previo en un repositorio”, explica Miguel Ángel Abad, autor de la tesis en la que se exponen los resultados de este trabajo.

El mecanismo tiene aplicaciones en materia de ciberseguridad, donde la herramienta permitirá detectar patrones similares y prever ataques cibernéticos, mejorando los sistemas de detección y respuesta. También podría aplicarse a la detección de intrusiones y fraudes por vías informáticas y al desarrollo de filtros antispam. El ahorro de recursos es otra de las ventajas que supone este sistema.

Gestionar un hospital como si fuera una colmena

Sebastián Ventura y Carlos García Martínez, en el laboratorio de su grupo de investigación

Sebastián Ventura y Carlos García Martínez. Imagen: Antonio Martín. Fuente: UCO.

Investigadores de las Universidades de Córdoba y Granada han empleado la estructura social de una colmena para resolver informáticamente problemas de gestión hospitalarios.

“Cuando estamos ante un problema cuya resolución no es posible con un método exacto, como puede ser organizar un equipo de trabajo en un hospital, tenemos que recurrir a métodos aproximados”, explican Manuel Lozano Márquez, del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UGR, y Carlos García Martínez, del Departamento de Informática y Análisis Numérico de la Universidad de Córdoba, en la nota de prensa de ésta.

El grupo que dirige Sebastián Ventura en la UCO emplea diferentes herramientas originales para la resolución de este tipo de problemas complejos, llamados técnicamente metaheurísticas, como algoritmos evolutivos, que simulan la evolución natural, o los que imitan el comportamiento de pájaros u hormigas.

Para conseguir que la organización de equipos médicos fuera lo más eficiente posible, emplearon un algoritmo bioinspirado en las colonias de abejas. “Generalmente, forman sociedades bastante bien organizadas, en las que cada integrante adquiere un papel específico. Hemos idealizado tres tipos: las exploradoras, que buscan las fuentes de alimentación; las trabajadoras, que recolectan; y las supervisoras”, explica García Martínez.

Entre esos tres roles se establecen procesos de comunicación e intercambio de datos que pueden ser modelizados por los informáticos. “Cada flor que se encuentra cerca del panal, esto es, cada fuente de alimentación, representa una solución candidata al problema: una forma de obtener recursos para la colonia. Igual ocurre en el ambiente sanitario, en el que se buscan soluciones a problemas concretos de pacientes que intentan ser resueltos por el colectivo médico”, explica.

Partiendo del caso del Servicio de Urgencias de Milán (Italia), los informáticos españoles intentaron crear equipos de trabajo eficientes y con cualidades complementarias entre los médicos disponibles. Cada exploradora y cada trabajadora virtuales generaban una solución al problema y, en conjunto, las supervisoras virtuales establecían cuáles de todas las soluciones ofertadas eran las óptimas.

Eficiencia y diversidad

Los investigadores emplearon dos parámetros para establecer estos equipos médicos ultraeficientes: eficiencia a la hora de resolver el problema y diversidad en los grupos. El modelo, explica García Martínez, es una aproximación y en él se pueden introducir nuevas variables para perfeccionarlo. “No obstante, es difícil llevarlo a un hospital en concreto a corto plazo”.

El director provincial TIC de Córdoba del Servicio Andaluz de Salud y coautor del trabajo José Antonio Delgado Osuna evalúa la posibilidad de trasladar esta metodología al despacho de una gerencia hospitalaria.

Buscar proteínas ‘perdidas’ con una herramienta informática

Un consorcio internacional de científicos participa en el Proyecto Proteoma Humano, cuyo objetivo principal es caracterizar todas las proteínas humanas. El proyecto, del que forma parte la facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid, también persigue identificar las proteínas perdidas, aquellas de cuya existencia no existen pruebas directas, pero sí indirectas.

Las denominadas proteínas perdidas representan entre un 15% y un 18% del total. “Son proteínas de las que se supone su existencia por los datos obtenidos de la secuenciación del genoma y de los estudios de transcriptómica (transcripción de genes), pero de las que no se tiene evidencia desde el punto de vista experimental”, explica Concha Gil, directora de la Unidad de Proteómica de la UCM, y que también participa en el estudio, en la nota de prensa de la universidad.

El equipo internacional ha desarrollado una herramienta para buscar estas proteínas. El consorcio español (sp-HPP) –liderado por Fernando Corrales, de la Universidad de Navarra– se encarga de caracterizar todas las proteínas codificadas por los genes del cromosoma 16, que suman 836. Aquí se incluyen tanto las 743 conocidas como las 93 perdidas. Los investigadores han desarrollado herramientas para buscar estas biomoléculas en muestras biológicas como suero, líquido cefalorraquídeo, orina, líneas celulares y tejidos.

Para facilitar la búsqueda de esta cantidad ingente de información, en el marco del
proyecto se ha creado el dasHPPboard, un portal web que recoge resultados experimentales provenientes del Proyecto Proteoma y también de otros proyectos como Encode e Illumina Human BodyMap.

“Estos resultados se han procesado y filtrado utilizando algoritmos muy novedosos y unificando su formato, ya que lidiar con diferentes identificadores de genes o proteínas, y formatos de ficheros suele ser un quebradero de cabeza a los investigadores experimentalistas”, destaca Carlos García, científico de la facultad de Informática de la UCM y uno de los autores de esta herramienta.

Los investigadores introducen el nombre de la proteína en el buscador y navegan por la lista de resultados hasta que encuentren un tejido o línea celular de su interés.

La Universidad de Almería trabaja en el proceso de datos extrapolando sistemas neurológicos

FOTO INVESTIGADOR JOSÉ ANTONIO TORRES ARIZA

José Antonio Torres Arriaza. Fuente: UAL.

La Universidad de Almería trabaja en la creación de modelos de procesamiento de datos extrapolando sistemas neurológicos, como por ejemplo el sistema de la visión.

El investigador y profesor de la Universidad José Antonio Torres Arriaza explica el trabajo que llevan a cabo desde el grupo de investigación que dirige, Informática y Medio ambiente: “La ciencia lleva mucho tiempo investigando los receptores de visión, que hacen uso de unas técnicas que se conocen como inhibición lateral, una de tantas cosas que aprendemos del cerebro”.

A partir de aquí, informa la universidad en una nota de prensa, este grupo ha ideado un sistema capaz de procesar datos con mucha más eficacia que los sistemas informáticos tradicionales: “mezclando técnicas de inhibición lateral con otras técnicas, como el aprendizaje competitivo y otras clásicas de computación”.

El equipo trabaja también en ingeniería inversa en sistemas de informática industrial: “En colaboración con el grupo de investigación de la UAL de Ingeniería Agrónoma nuestro objetivo es mejorar la funcionalidad de túneles de vientos para el análisis de rendimiento de mallas anti insectos”.

El grupo Informática y Medio ambiente funciona desde 2003 como una sinergia entre investigadores del campo de la Inteligencia Artificial que desarrollan y aplican modelos de cómputo que simulan el comportamiento del sistema nervioso, a nivel de redes de neuronas, e investigadores del mundo de la Ecología, que necesitaban resolver problemas ambientales en un entorno muy complejo, con datos escasos, contradictorios y no sometidos a modelos estadísticos clásicos.

Fruto de esa colaboración se han desarrollado varios trabajos en el campo del análisis de contaminantes en agua y en la modelización de variables ecológicas para la caracterización de ecosistemas.

El grupo tiene además una vertiente eminentemente industrial: la aplicación de modelos de cálculo que simulan el cerebro humano a procesos industriales de control de calidad. Fruto de estos trabajos son los proyectos de control de calidad para la industria de la piedra natural y su industria auxiliar. Esta línea de trabajo generó en 2006 una de las primeras empresas de base tecnológica de la universidad.

Enseñar programación rastreando foros con lenguaje natural

Investigadores de la Universidad de Delaware (EE.UU.) han demostrado que se puede utilizar el procesamiento del lenguaje natural y técnicas de análisis de opiniones para rastrear los foros de desarrolladores de software en busca de buenos y malos ejemplos de código, que pueden usarse para enseñar programación.

La investigación se detalla en el artículo Automatically Mining Negative Code Examples from Software Developer Question and Answer Forums, publicado en el cuarto Workshop internacional sobre Minería de Software, celebrado en Lincoln (Nebraska).

Lori Pollock y Vijay Shanker, ambos profesores del Departamento de Ciencia Computacional y de la Información y co-autores del trabajo, han sido los mentores de Zachary Senzer y Ryan Serva, autores de la investigación, informa la universidad en su web.

La investigación fue financiada por la National Science Foundation y la propia Universidad.