Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática

Entrevista con el investigador informático de la Universidad de Sussex Diego Martínez: «España necesita una gran apuesta por la investigación»

Diego Martínez - investigador Universidad de Sussex - la tribuna de albacete

No es un nativo digital, ni tan siquiera tuvo una videoconsola que despertara su pasión por la Informática. En esa edad tan deseada en la que uno tiene que decidir su futuro, Diego Martínez Plasencia se inclinaba por Matemáticas  o Física, pero las cuentas familiares no daban para estudiar fuera de Albacete. Y siguiendo el consejo de un amigo de su padre -«Si no quieres morir de hambre estudia Informática»-, se matriculó en la Escuela de Ingeniería Informática, la Politécnica, sin ni siquiera saber cómo se enchufaba un ordenador. Hoy, Diego Martínez es un aplaudido científico en la Universidad de Sussex, en Brighton (Reino Unido), por el uso de ultrasonidos para crear displays en tres dimensiones.

La Escuela de Ingeniería Informática de Albacete está situada entre las mejores del país. ¿Cómo fue su experiencia como alumno?
Disfrute muchísimo mi tiempo en la Politécnica. Desde el punto de vista intelectual me enganchó. De repente me encantaba programar. Cada problema  al que me enfrentaba era nuevo y programar me daba la libertad de explorar cómo solucionarlo de mil maneras distintas… Era como un sudoku donde las normas del juego también iban cambiando. Era difícil, frustrante, enervante…, pero la gratificación cuando descubrías la solución era enorme. Comprendí el significado de la palabra eureka y entendí que la recompensa era proporcional al esfuerzo que te había supuesto conseguirla.

¿Mejoraría el programa académico de esta escuela?
Siempre se puede mejorar, pero, sinceramente, creo que el programa educativo era perfectamente válido cuando yo estudié. La Universidad tiene que preparar profesionales, dotarlos de herramientas y habilidades para afrontar una carrera de más de 40 años. Me da miedo cuando se recortan materias fundamentales como la algoritmia, lógica, álgebra, programación… y se centran en enseñar herramientas usadas en la industria. Con esto conseguimos profesionales para ese sector, pero están peor preparados. Hay más herramientas de las que podemos cubrir en el currículo y a un profesional preparado tan solo le llevará unos meses ponerse al día con las herramientas que usa su compañía. La Universidad tiene que preparar profesionales para crecer y adaptarse y que tengan una constante capacidad para seguir aprendiendo. Así, las herramientas importan poco, lo importante es ser capaz de resolver problemas. Otro aspecto preocupante es la mercantilización de la educación y el incremento del precio de la matrícula. Esto causa que el precio del fracaso sea mayor y provoque ansiedad en los estudiantes. Ydesde el punto de vista personal, recuerdo esos años con muchísimo cariño. La Politécnica era muy dura y no eran pocas las asignaturas en las que aprobaban 20 alumnos de una clase de 200. Pero en lugar de un ambiente competitivo, había fraternidad entre los estudiantes.
¿Qué hace un albaceteño en la Universidad de Sussex?
Tenía mi último año muy bien planificado. Había pensado dejarme el proyecto fin de carrera y algunos créditos de libre configuración e irme de Erasmus. La cosa no salió como esperaba. Eché la solicitud y cuando el profesor encargado vio mi expediente académico le llamó la atención. Me ofreció un contrato en su grupo de investigación a condición de que acabase la carrera en septiembre, con la idea de hacer un doctorado con ellos después. Lo que había planificado como un año tranquilo se convirtió en un año de locos, terminando todas las asignaturas, el proyecto y también cubriendo la investigación asociada a mi contrato. Durante ese tiempo descubrí la realidad virtual y me fascinó. Recuerdo la primera vez que me puse el casco y pude experimentar el mundo que había creado. Me di cuenta de que lo importante no eran los modelos o cómo de realistas pareciesen, sino el hecho de que estuviesen contigo compartiendo tu espacio, pudieses acercarte, explorarlos e interaccionar con ellos. Pensar que ese mundo no estaba limitado por las restricciones del mundo real me pareció interesantísimo. La física define las normas de nuestro mundo real. Aquí, las normas las ponía yo y se me ocurrían mil cosas que probar y que experimentar por mí mismo. Finalmente, busqué una oferta con el grupo LoUISE, que trabajaba con interfaces 3D y RV. Y así comencé mi carrera investigadora.

¿Le gustaría retornar a Albacete?
Lo veo difícil. Mis hijas se han criado en Reino Unido, y pese a que mantienen sus raíces españolas, sería difícil para ellas abandonar su ciudad y sus amigos. Y desde el punto de vista profesional, creo que hay poco que España pueda ofrecerme, mi confianza en el sistema de investigación español está por los suelos.  Tal vez, si viese un compromiso importante, un gran pacto por la investigación apoyado por todos los partidos políticos, pero tengo muy pocas esperanzas en que algo así ocurra.

Ahora que la crisis sanitaria ha evidenciado los escasos recursos para  investigación, ¿cree  necesario que los gobiernos de turno aumenten el PIB en I+D?
España necesita una gran apuesta por la investigación. Llevamos años apostando por un modelo económico basado en el corto plazo, en la construcción y el turismo. Las últimas crisis deberían habernos enseñado lo arriesgado y vulnerable que esto nos hace. España necesita la investigación como única salida para crear un sector productivo que nos permita no depender del exterior. Y necesita ser paciente. La investigación necesita tiempo para crecer y florecer. Cada vez que se recorta y se detiene no se pierden solo unos años, sino todo el trabajo que habíamos realizado. Lo que debería preocuparnos no es que muchos proyectos fallen, debe preocuparnos el dejar escapar esos pocos que sí serían una gran revolución económica y social.

Fuente: La Tribuna de Albacete