La competencia digital, en concreto aprender a programar, debe formar parte del programa educativo obligatorio, según dos profesores, de distintos niveles, reunidos en un coloquio por Tendencias21 TV. Se trata de Víctor Robles, de la Universidad Politécnica de Madrid; y Jesús Álvarez, profesor de Secundaria.
La importancia del aprendizaje de programación en la educación obligatoria es una realidad avalada por las propuestas de países como EEUU y Reino Unido, y que en España se quiere implantar en todos los institutos como materia curricular.
Debaten sobre ello Víctor Robles, profesor titular y director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticos de la Universidad Politécnica de Madrid; y Jesús Álvarez, profesor de Tecnología en el Instituto de Educación Secundaria Gerardo Diego (Pozuelo).
El debate se abre con el comentario de la propuesta de la Conferencia de Directores y Decanos de Escuelas de Ingeniería Informática (CODDII), a la que representa Robles, y que afirma la necesidad de convertir la «competencia digital» no ya en una asignatura troncal en Secundaria y Bachillerato, sino en parte de la formación de los alumnos desde el comienzo de sus estudios.
Para Jesús Álvarez cabría llevar este debate más allá, hasta la Educación Infantil. No basta, afirma, con la propuesta de la Comunidad de Madrid de crear esta asignatura con entidad propia, sino que hay que preocuparse mucho por integrarla en todos los estadios educativos, sin menoscabar los contenidos de la enseñanza de Tecnología. Además, hace incisión en lo vital de que los alumnos «conecten con el mundo físico».
De momento, la propuesta solo entra en los planes de estudio de las comunidades autónomas de Madrid y Navarra. El plan, dice Jesús Álvarez, es un paso importante, inevitable, pero insuficiente, pues en Madrid no es una materia troncal y solo ocupa dos horas semanales, y en Navarra solo se plantea como parte de la asignatura de Matemáticas.
Por otra parte, la concreción de los contenidos lleva, dice Álvarez, cierto retraso, por la rapidez de avance de las tecnologías.
El objetivo fundamental de la asignatura no es algo tan concreto como la creación de una app, sino el concepto más general de que los alumnos conozcan la tecnología, no solo en sus usos, sino también en su funcionamiento. Se pretende que las nuevas tecnologías no se vean ya como herramienta, sino como objetivo.
Como valor añadido, además, Robles defiende la postura de la Unión Europea de que esta asignatura ayudará a los alumnos a acceder a puestos de trabajo, despertando vocaciones por carreras técnicas (ingenierías, fundamentalmente), al mostrar su atractivo desde edades tempranas. No solo eso, sino que Álvarez cree que les aportará competencias de autonomía en otros campos de trabajo.
