Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática

La UNED dedica una sala al catedrático de Inteligencia Artificial José Mira

La Escuela de Ingeniería Informática de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) dedica desde esta semana su sala de grados multidisciplinar al catedrático de Computación e Inteligencia Artificial José Mira, fallecido en 2008. El acto de inauguración precedió a la presentación de un volumen recopilatorio de su obra con artículos propios y de sus alumnos, hoy ya investigadores y docentes en distintas instituciones.

Cuadro José Mira

José Mira, en el cuadro que preside la sala que lleva su nombre. Fuente: UNED.

El rector de la UNED, Alejandro Tiana, inauguró la sala José Mira, un espacio multifuncional, con una amplia dotación de herramientas informáticas, que será la nueva sala de grados y acogerá conferencias, reuniones, conferencias web, y sesiones de trabajo de la Escuela de Informática.

La sala se dedica al que fuera catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, impulsor de esta disciplina en la UNED y creador de numerosas líneas de investigación. Su memoria se honró con la presentación de un volumen que recoge parte de sus artículos y los de algunos de sus alumnas y alumnos, en un emotivo acto en la vecina Facultad de Educación.

“En esta Escuela muchos han sido amigos, discípulos o compañeros de Pepe Mira. Dentro de unos años vendrán otros que no le habrán conocido, pero esta sala estará aquí para recordar a una persona que tanto ha hecho por nuestra universidad”, explicaba el rector ante el retrato y la placa conmemorativa de Mira, según informa la web de la universidad.

La nueva sala de grados de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática se llenó de compañeros, colegas y amigos de José Mira, todos decididos a rendir homenaje al catedrático. Ejercieron de anfitriones el rector, la catedrática del departamento de Ingeniería Artificial de la UNED, Ana E. Delgado -viuda de Mira-, y el director de la ETSI Informática, Rafael Martínez.

Recuerdos de sus compañeros

En la sala, los asistentes aplaudían las palabras de homenaje a Mira. En los pasillos, los que no habían conseguido entrar al acto de inauguración, comentaban la figura y la importancia del catedrático de IA (Inteligencia Artificial). “Pepe Mira fue un ejemplo de integridad, una persona que nunca pensó qué podía obtener de la Universidad, sino qué podría aportar él a la Universidad. Y ciertamente aportó mucho y mucho es lo que tenemos que agradecerle”, decía Carmen Huici, catedrática de Psicología Social y de las Organizaciones de la UNED.

Sebastián Dormido, catedrático de Informática y Automática de la UNED, compañero de estudios en la facultad y amigo y colega de Mira desde los años 60, aseguraba que “haberlo tenido en el claustro de nuestra Universidad ha sido un lujo para todos nosotros. No tengo ninguna duda de que con su repentina e inesperada muerte, hace ya más de seis años, se nos fue uno de los mejores. Pero su extensa y brillante labor investigadora estará siempre viva entre nosotros”.

Libro recopilatorio

Tras la inauguración de la sala José Mira, se presentó el libro Entre lo biológico y los artificial, que recoge una selección de publicaciones del catedrático y sus alumnos. Ana E. Delgado agradeció a todos los que participaron en la selección y publicación de la obra. “Dedicó su trabajo a estudiar los conocimientos de neurociencia y computación, a la interconexión de la inteligencia natural y artificial, a conocer a los humanos y a las máquinas. Las nuevas generaciones conocerán su obra y les servirá de punto de partida. Gracias Pepe por todo lo que nos has dado y por ser nuestro maestro”.

Senén Barro, ex rector de la Universidad de Santiago de Compostela y catedrático de Electrónica y Computación, quiso desvelar la faceta del Mira amigo y más cercano. “Hacía las cosas desde la razón y con corazón, Pepe Mira era un creador de mogollones, su cabeza daba vueltas, juntaba gente y era capaz de abordar, integrar y trasvasar muchas disciplinas. A veces le seguíamos y a veces no, pero siempre conseguía apasionarnos con cada nuevo proyecto”, recordaba.

Listo-tonto

E ilustraba su forma de abordar la vida con su capacidad de organizar científicamente hasta los pensamientos más cotidianos. “Pepe me decía muchas veces que se sentía un listo-tonto. Entre ambos habíamos discurrido y discutido una sencilla categorización de las personas, que funciona asombrosamente bien, por cierto. Así en el mundo hay básicamente: listos-listos, que explotan satisfactoriamente una privilegiada, aunque no siempre merecida, situación, sea ésta económica, profesional o intelectual; también hay listos-tontos, que siendo sobresalientes, se exigen demasiado, en general para provecho de los demás y no en beneficio propio; existen los tontos-listos, que saben sacar partido personal de sus escasas habilidades o capacidad; y finalmente ¿cómo no? están los tontos-tontos, que no aportan nada significativo, más bien al contrario, y suelen chinchar a prójimo sin ni siquiera el beneficio propio. La verdad es que él era un hombre difícil de catalogar, porque las personas y profesionales como él son, por desgracia, excepcionalmente escasas”.

José Ramón Álvarez, director del departamento de Inteligencia Artificial de la UNED, recordó que Mira «nos dejó en agosto de 2008, pero su red continúa. Fue un investigador pionero, promovió la formación interdisciplinar y supo aunar esfuerzos entre los alumnos e influir en colegas y amigos para crear un grupo de excelencia científica. Estoy orgulloso de hablar en representación de los alumnos de Pepe”.

Rafael Martínez era alumno de la Escuela cuando llegó José Mira. “Despertaba nuestra curiosidad intelectual, nos contagiaba su ilusión por trabajar en su área, en cuanto tuvo un número significativo de estudiantes formó departamento, participó activamente en el diseño de grados de Bolonia. Es un orgullo para nuestra Escuela y nuestra sala de grados así lo demuestra”.