Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática

Deberes pendientes del talento tecnológico

La formación superior se enfrenta a la sequía de talento tecnológico que necesitan, en toda su extensión, la economía y empresa españolas. La era del dato y la transformación digital hace que las empresas acudan a las universidades y centros especializados para atender a sus demandas de puestos tecnológicos o aquellos propios en los que las habilidades digitales son irrenunciables.

Como se describe en el informe ‘Empleabilidad y Talento Digital 2021’ (Fundación VASS y Universidad Autónoma de Madrid), el déficit de talento digital en España supone 7.000 vacantes anuales en puestos de trabajo cualificados del sector TIC. Como ha declarado el director de la Fundación VASS y responsable de este estudio, Antonio Rueda: «España debería crear hasta 2030 1,3 millones de especialistas TIC, cuando a los ritmos actuales no llegaríamos a los 400.000». Aún más en el caso del talento femenino: «solo suponen el 16% de los estudiantes en las carreras de ingeniería informática y menos del 30% de los profesionales del sector… una situación peor que hace 20 años».

El informe también destaca el ‘gap de talento digital’, con una puntuación de 45 puntos sobre 100 (100 sería un nivel considerado óptimo por los departamentos técnicos de las compañías contratantes), y subraya el esfuerzo adicional de las empresas para ajustarse a una formación ‘in company’ propia del siglo XXI: «Las empresas dedican una media de 105 horas a ajustar la formación de los recién incorporados, empleando casi 3.000 euros por persona contratada»

Actualización

Sea como sea, la necesidad de actualización es indudable, como destaca Miguel Ferrer, director de Estrategia + Agenda Pública de Adigital (Asociación Española de la Economía Digital): «La falta de perfiles cualificados es uno de los retos más relevantes al contratar talento, como también en su retención. Esta necesidad también se debe al distanciamiento entre el contenido de los programas de estudios y los conocimientos y competencias que realmente se necesitan».

El dinamismo y constante evolución de las tecnologías implica, por lo tanto, que ciertos modelos de formación deban tener un funcionamiento similar para cubrir la demanda existente, como apunta Ferrer: «Una realidad que también justifica una mayor colaboración y coordinación entre empresas y el mundo educativo. De hecho, según el índice DESI (Digital Economy and Society Index), solo el 57 % de la población española tiene, al menos, competencias digitales básicas, algo por encima de la media de la UE, pero aún lejos del objetivo de alcanzar el objetivo europeo del 80% en 2030».

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