El Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática (CCII) celebró ayer en Madrid el I Congreso Europeo de Ingeniería Informática, con un llamamiento a los gobiernos europeos y a la sociedad en general para que estudie si es necesario regular los productos, actividades y servicios informáticos, y cree mecanismos de control sobre ellos.
El Congreso, cuyo principal objetivo era “poner de manifiesto el impacto directo de la informática en las personas, empresas y en la sociedad en general y la necesidad de corregir la total ausencia de controles y legislación, que proteja a los usuarios y consumidores de productos y servicios informáticos”, se clausuró con la presentación de un Llamamiento a los gobiernos y a la sociedad sobre los productos, actividades y servicios informáticos en la Sociedad de la Información y el Conocimiento.
El manifiesto fue presentado por Juan Pablo Peñarrubia, presidente del CCII, que estuvo acompañado por Víctor Calvo-Sotelo, Secretario de Estado de Telecomunicaciones para la Sociedad de la Información.
El encuentro, informa la web del CCII, tuvo lugar en la Secretaría de Estado, y contó con la participación de ponentes como André Richier, director general de Empresa y Energía de la Comisión Europea; Domingo Molina, director de Tecnología de la Información y las Comunicaciones del Ministerio de Hacienda; o el experto en cyberseguridad Chema Alonso, CEO de Eleven Paths.
Con este documento, el CCII pretende llamar la atención de los gobiernos europeos (países miembros y Comisión Europea) y de la sociedad en general (instituciones, agentes sociales, empresas, ciudadanos etc.) para la promoción y apoyo de tres medidas de “urgencia inaplazable” como son: “Una evaluación rigurosa y profunda de la incidencia que tienen productos, actividades y servicios informáticos en el interés general y en los derechos fundamentales, con el objetivo de determinar los casos en los que sería recomendable establecer algún tipo de regulación o control administrativo”.
En segundo lugar, “La creación de mecanismos de gobernanza, control y regulación de los productos, actividades y servicios informáticos a nivel nacional, europeo e internacional, de un modo acorde a la Sociedad de la Información y el Conocimiento”.
Y, en tercer lugar, “La necesidad de que los países europeos lideren o formen parte de la vanguardia internacional en esta iniciativa tan trascendente para la construcción de la Sociedad de la Información y el Conocimiento en la que vivimos y en la que la informática es una materia prima esencial para la competitividad y sostenibilidad económica y social”.