El aprendizaje automático se basa en datos históricos. Pero Miriam Esteve se percató de que la inteligencia artificial cometía errores de bulto por no tener en cuenta algo que los humanos ya sabíamos: la vida te da sorpresas. Fue premiada por la Fundación BBVA y la Sociedad Científica e Informática de España (SCIE) por dotar a la IA de la capacidad para adaptarse a los imprevistos.
Entrevista de Carlos Manuel Sánchez a Miriam Esteve, en colaboración con la Fundación BBVA.
Mi carrera es un camino poco convencional, pero eso ha resultado ser mi mayor activo. Partiendo de la ingeniería informática, me adentré en la criminología, luego en la economía y ahora en la medicina», explica Miriam Esteve Campello (Elche, 1995), galardonada con el Premio Investigador Joven de la Fundación BBVA y la SCIE en 2023.
Durante su tesis perfeccionó una técnica conocida como ‘árbol de análisis de eficiencia’. «Me di cuenta de que los modelos económicos clásicos, al predecir el comportamiento de empresas y organizaciones, privilegian los datos históricos. Pero daban menos importancia a las dinámicas del mercado. Esto provoca errores graves al enfrentarse a escenarios nuevos. Con mi enfoque, los modelos memorizan menos, pero son más flexibles», aclara esta investigadora de la Universidad San Pablo CEU. «Esta técnica permite saber de antemano qué inversión será más rentable, qué hospital funcionará mejor, qué colegio obtendrá mejores resultados… Gobiernos y empresas disponen de una brújula más fiable para tomar decisiones a largo plazo».
La Universidad Miguel Hernández facilitó su colaboración con un centro de investigación criminal. Esteve desarrolló una herramienta para detectar discursos de odio en redes sociales que han utilizado Europol y fuerzas policiales de España, Irlanda y Nueva Zelanda, poniendo las bases para los sistemas de alerta temprana. «La IA puede y debe estar al servicio de la construcción de un ciberespacio más seguro, ético y humano», afirma.
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