La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) continúa avanzando en robótica social con el proyecto de investigación de innovación tecnológica y social dirigido a personas en situación de dependencia en la región. Esta iniciativa, liderada por el grupo de Investigación Sistemas Inteligentes y Minería de Datos de la Escuela Superior de Ingeniería Informática del campus de Albacete, tiene como objetivo ayudar a personas mayores en las tareas cotidianas para mejorar su calidad de vida y su bienestar personal. Según explicó el investigador principal del proyecto, Jesús Martínez Gómez, «lo que pretende es analizar las capacidades reales en entornos como las residencias para apoyo a mayores». Aunque el investigador deja claro que «el objetivo no es sustituir al personal técnico que está allí, sino complementarlo en las actividades del día a día y que las personas que trabajan puedan tener mucho más valor en sus actividades».
El proyecto cuenta con dos robots, Temi y Nao, cada uno con una función distinta. En el caso de Temi es un robot móvil con las funciones de videollamada y comunicación por lo que se puede utilizar «para analizar cuál es la actividad de las diferentes personas que están en sus habitaciones, además tiene una cámara y puede ver lo que está ocurriendo e incluso puede informar directamente a los familiares» indica Jesús Martínez. Así, el familiar podría ver en tiempo real lo que está sucediendo en caso de un accidente u otra circunstancia. En el caso de Nao es un robot humanoide «de 55 centímetros y bastante amigable que tiene una capacidad de movimiento que puede replicar la de un ser humano», señaló el investigador, capaz de realizar ejercicios físicos y cognitivos guiados para ayudar, entre otras cosas, en las terapias y en la rehabilitación de las personas.
financiación. La UCLM y la Consejería de Bienestar Social firmaron un convenio de colaboración para financiar este proyecto por valor de 140.320 euros a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia (Next Generation EU).
La iniciativa, que está en la fase inicial de financiación y con convocatoria abierta para dos investigadores, pretende validar su uso durante 2026 en tres centros públicos de la región en los que se integrarán las plataformas en entornos controlados. A parte de valorar los aspectos técnicos, Jesús Martínez explicó que también quieren comprobar el impacto a nivel ético «porque el uso de robots siempre tiene esa parte que puede afectar en cuanto al contacto con las personas y se pueda sentir más frías las relaciones». Pero el investigador del proyecto destaca que no es necesario que las personas aprendan a utlizar la tecnología y la aplicación, sino que la interacción es a través del cuerpo y el habla porque cree «que la tecnología es la que tiene que adaptarse a las personas mayores y no al revés».
La finalidad es poder llevar la iniciativa a la realidad y en un futuro «implantar un robot en cada residencia, sin ningún tipo de riesgo», porque este tipo de innovación es la nueva realidad.
Fuente: La Tribuna de Albacete




