Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática

Ramón López de Mántaras repasa el legado de Alan Turing

Alan Turing no sólo fue uno de los padres de la informática, sino que también está en el origen de la Inteligencia Artificial. Además realizó una gran contribución a la morfogénesis, que puede tener importantes aplicaciones en medicina regenerativa. Ramón López de Mántaras, director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC, repasa su figura en un artículo publicado en Tendencias 21.

En 1936, recuerda Mántaras, «mucho antes de que se construyeran los primeros ordenadores electrónicos, desarrolló los fundamentos teóricos de la computación».

Además, Turing es considerado también el “padre” de la Inteligencia Artificial (IA). En un artículo publicado en 1950, argumentaba que en un plazo de unos 50 años habría ordenadores inteligentes capaces de llevar a cabo deducciones lógicas, de aprender adquiriendo nuevos conocimientos, tanto inductivamente como por experiencia y evolución, y capaces de comunicar mediante interfaces humanizadas.

«Esta idea era muy radical en aquel momento y de hecho es un debate que todavía persiste», señala el experto, que analiza también el famoso test de Turing, una propuesta teórica de Turing para comprobar la inteligencia de una máquina.

Por último, Mántaras analiza también la teoría sobre la morfogénesis de Turing, formulada hace 60 años, que explica cómo se generan los patrones biológicos que dan lugar, por ejemplo, a las rayas en los tigres o las manchas en los leopardos. La teoría fue comprobada experimentalmente en 2012, por investigadores del King’s College de Londres.