Universidad de Valladolid y Cruz Roja realizan un taller destinado a personas de colectivos vulnerables para reducir la brecha tecnológica que les dificulta el acceso al mercado laboral.
El Campus María Zambrano ha clausurado el ‘Taller sobre informática básica y uso de Internet’, un curso práctico y tutorizado, dirigido a personas de colectivos vulnerables, especialmente mujeres, que pretende reducir la brecha tecnológica que les dificulta el acceso al mercado laboral. El taller ha sido coorganizado por la Universidad de Valladolid y Cruz Roja.
La iniciativa surgió de la delegación de alumnos de la Escuela de Ingeniería Informática de Segovia, cuyos integrantes manifestaban así sus inquietudes por realizar actividades de voluntariado social, específicamente enfocadas hacia la alfabetización digital. En última instancia, se persigue inclinar el peso de la balanza hacia el lado en el que la tecnología es un instrumento útil para vertebrar, integrar e interactuar a la sociedad en su conjunto, frente al riesgo opuesto existente que puede hacer que la tecnología sea un amplificador de las diferencias sociales, según se tengan o no competencias digitales, señalan fuentes de la Escuela de Informática.
A partir de esta iniciativa, la Escuela de Ingeniería Informática y Cruz Roja Española establecieron contacto para dar forma idea. De este modo, a petición de la Escuela, y en el marco del convenio de colaboración existente entre UVa y Cruz Roja Española, el Secretariado de Asuntos Sociales de la UVa incluyó una nueva actividad, de carácter solidario y de cooperación, en el catálogo de Otras Actividades de la UVa el curso 2019-20, por cuya realización, los alumnos de grado de la UVa pueden obtener el reconocimiento de créditos ECTS en su expediente.
En esta primera edición del taller, alumnos de la Escuela de Ingeniería Informática de Segovia, colaboran en actividades de apoyo, mentoría y asesoramiento en aspectos tecnológicos sobre informática básica e Internet, a grupos reducidos provenientes de colectivos de riesgo, en términos de inclusión laboral, y que han sido seleccionadas por Cruz Roja en Segovia en el contexto de su proyecto ‘Puentes hacia el empleo’. Dicho plan lleva desarrollándose desde el año 2000, siendo su principal objetivo la mejora de empleabilidad de las personas a través del refuerzo de sus competencias profesionales, potenciando sus posibilidades de acceder a un puesto de trabajo y promoviendo la igualdad de oportunidades y de trato en el empleo.
Para los voluntarios de la Escuela de Informática esta actividad ha resultado una experiencia “muy gratificante”. Las personas que se han convertido en sus alumnas en estas semanas son “muy agradecidas y tienen muchas ganas de aprender”. “Aunque algunos conceptos pueden ser muy abstractos, con ejemplos y paciencia lo han llegado a entender sin problema. Deberían hacerse más talleres de este tipo”, dicen los universitarios.
Del otro lado, los alumnos del curso, se refieren a este taller como una formación muy útil para ellos porque, según sus testimonios, las herramientas que les han enseñado a utilizar son el primer paso para dejar de ser analfabetos tecnológicos. Valoran el trabajo de los jóvenes que les han acompañado desde el pasado 10 de octubre, no solo por la calidad educativa que han puesto de manifiesto, si no por su entrega, su paciencia, su cariño y la alegría a la hora de las clases.
La dirección de la Escuela de Ingeniería Informática de Segovia se muestra muy orgullosa de la labor que han desarrollado sus estudiantes. “El mayor activo del centro son sus alumnos. Su formación universitaria no sólo debe perseguir la adquisición de competencias técnicas, sino también humanas”, remarca el equipo directivo.
“Iniciativas como ésta —insisten—son una muestra fehaciente del compromiso social de los alumnos y alumnas; ese compromiso, su honestidad y su profesionalidad han sido las claves del éxito del taller”
Desde el centro del campus María Zambrano aseguran que la experiencia ha resultado muy enriquecedora para todos. “Los participantes en el taller han mostrado muchas ganas por aprender y su tesón y sus cálidas palabras de agradecimiento han sido suficiente pago para que el Campus María Zambrano deje sus puertas abiertas para próximas ediciones”.
Fuente: El Adelantado