Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática

Dos ingenieros de la Universidad de Zaragoza diseñan un armario inteligente que detecta pérdidas de memoria

Universidad de Zaragoza armario Alzheimer

Raquel Lacuesta, ingeniera informática y profesora doctora de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel, y el estudiante de doctorado Franks González-Landero han participado en el diseño del primer armario inteligente, capaz de detectar desde pequeños olvidos, pérdidas de memoria inusuales hasta medir la evolución de la memoria de una persona con la Enfermedad de Alzheimer.

La manera en la que un usuario abre y cierra la puerta permite a un armario de cocina inteligente medir su capacidad de memoria y detectar sus posibles pérdidas, según una investigación internacional, liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

«La base para medir la memoria consiste en localizar el hecho de que el usuario abre las puertas de manera muy seguida una detrás de otra porque no encuentra lo que busca. El armario mide el porcentaje de veces que le ocurre esto al usuario y así estima su capacidad de memoria, añade Iván García-Magariño, investigador de la UCM.

En concreto, los científicos han desarrollado un armario inteligente de cocina, con sensores magnéticos que instalan en las puertas del mueble y registran cuándo se abren y cierran. Estos movimientos están conectados con una placa de procesamiento y un programa informático mide la manera en la que se llevan a cabo.

«En un futuro próximo no será necesario que informemos de cómo nos encontramos. La inteligencia que nos rodeará se encargará de analizar nuestro estado físico y anímico, para contribuir a mejorar nuestra calidad de vida», apunta la ingeniera Raquel Lacuesta. El doctorando Franks González-Landero que realiza su investigación dentro del Departamento de Informática e Ingeniería de Sistemas en Unizar, se ha encargado de desarrollar, evaluar y validar el armario inteligente, implementado en su residencia.

Los armarios inteligentes ayudarán a detectar pérdidas de memoria en la población. Gracias a una detección temprana se podrá adelantar el tratamiento de enfermedades neurogenerativas y diseñar sistemas que ayuden a estas personas en la búsqueda de los elementos necesarios en la vida diaria, mejorando su calidad de vida.

Fuente: Diario del Alto Aragón