El objetivo es impulsar las vocaciones científicas desde la infancia y formar a los más jóvenes en las aptitudes que demanda el mercado laboral
Las habilidades tecnológicas son cada día más importantes tanto en el mundo laboral como en nuestra vida cotidiana. Y mientras que los niños nacen con un sexto sentido a la hora de manejar aparatos electrónicos, para los adultos asumir las novedades del mundo digital es más complicado. Es como los idiomas. Los niños son esponjas que los absorben con muchísima facilidad, pero, a una cierta edad, la cosa se complica.
La propuesta consiste en enseñar a programar desde la infancia con bloques en que los que se pueden registrar directamente o con un profesor. Funciona de forma muy parecida a scratch, el lenguaje de programación creado por el MIT y especialmente diseñado para que cualquiera pueda iniciarse en este mundo, aunque en Code.org se guía al alumno con diferentes niveles de dificultad. Hay cursos para todas las edades a partir de 3 años, aunque dependiendo de las habilidades de cada alumno. Los adultos también se pueden iniciar en el aprendizaje de programación a través de la plataforma de esta ONG.
Fuente: Infolibre