Investigadores del Departamento de Ingeniería Matemática e Informática de la Universidad Pública de Navarra han desarrollado diferentes aplicaciones de realidad virtual que tienen como objetivo mejorar las capacidades cognitivas y motrices de niños de desarrollo no típico. El software es utilizado por los escolares a través de interacción natural y se está probando de forma experimental en el colegio público de educación especial Andrés Muñoz, ubicado en Pamplona.
El investigador Benoit Bossavit interactúa con la pantalla a través del sensor. Fuente: UPNA.
Pintar con diferentes partes del cuerpo, realizar rutinas como lavarse los dientes, componer puzles o conocer los sonidos de los instrumentos musicales son algunas de las actividades que se pueden realizar con estas aplicaciones, que han sido desarrolladas a través de un equipo multidisciplinar en el que han participado investigadores de la UPNA, profesionales de Anfas (Asociación navarra en favor de las personas con discapacidad psíquica) y técnicos del colegio Andrés Muñoz.
La investigación, liderada por Alfredo Pina, profesor del Departamento de Ingeniería Matemática e Informática, forma parte de un proyecto europeo para el desarrollo y aplicación de tecnologías de realidad virtual, realidad aumentada e interacción avanzada. El proyecto Alfa Gaviota (Grupos Académicos para la Visualización Orientada con Tecnologías Apropiadas) está integrado por investigadores de ocho universidades latinoamericanas y cuatro europeas y tiene un presupuesto de 1,2 millones de euros.
La realidad virtual, explica la nota de prensa de la UPNA, es un sistema tecnológico utilizado en ordenadores y otros dispositivos que reproduce una apariencia de realidad. Su aplicación se centró inicialmente en los videojuegos, si bien en la actualidad ya se utiliza en campos como la medicina, las simulaciones de vuelo o, como en este caso, en el sector de la educación. El software creado en la UPNA se utiliza a través de un dispositivo kinect, un sensor de videojuegos de Xbox de bajo coste que permite crear aplicaciones propias.
Este sensor reconoce el esqueleto de una persona y proyecta su imagen en una pantalla en la que puede interactuar con elementos de realidad virtual creados previamente en la aplicación. Una parte del cuerpo, generalmente una de las dos manos, actúa como el ratón de un ordenador, lo que permite una interacción natural con la pantalla.
El software se ha ido desarrollando en coordinación con el proyecto educativo del colegio público Andrés Muñoz y teniendo en cuenta las capacidades cognitivas y motrices de sus alumnos. Además, todo este trabajo se ha convertido en una tesis doctoral que está elaborando Benoit Bossavit, investigador en formación becado por la Universidad Pública de Navarra.
Aplicaciones
Las aplicaciones educativas están siendo ya probadas de forma experimental por los alumnos del colegio Andrés Muñoz. En concreto, una de las actividades tiene que ver con la plástica y permite a los niños pintar con diferentes partes de su cuerpo. Esta aplicación se puede utilizar al mismo tiempo por dos personas. Lavarse los dientes o ponerse unas gafas son dos rutinas que estas aplicaciones convierten en un juego a través de un sistema de marcadores incorporados a los objetos reales que tienen que utilizar los niños.
La aplicación con la que se puede componer música y distinguir el sonido de los instrumentos es otra de las que se están utilizando en el centro. El objetivo final es crear un catálogo de aplicaciones en el que se indique tanto los beneficios que se obtienen en el desarrollo de los alumnos como la forma en que deben ser utilizados.
Alfredo Pina forma parte del Grupo de Investigación Tecnologías y aplicaciones informáticas para entornos colaborativos de la UPNA, entre cuyas líneas de trabajo se encuentra el desarrollo de sistemas de realidad aumentada y realidad virtual.
En el desarrollo de estas aplicaciones educativas también ha participado Iñaki Iralde, que desarrolló como Proyecto Fin de Carrera una aplicación de realidad virtual sobre cómo aprender a poner la mesa; María Isabel Sánchez, artista y profesora asociada de Didáctica y Expresión Plástica; y Miriam Lizaso, profesora de Lenguajes y Sistemas Informáticos, y Mikel Ostiz, titulado en Ingeniería Informática por la UPNA. Estos dos últimos desarrollaron una aplicación de música para tablet que ahora se ha adaptado para este proyecto educativo. A todos ellos, se suma Diana Calatayud, gestora del proyecto Alfa Gaviota.
