Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática

Pablo Flores, ingeniero informático: «La tecnología puede ayudar a gestionar la buena voluntad de los ciudadanos»

El tiempo libre que le dejaba el actual estado de confinamiento fue uno de los motivos por los que Pablo Flores, ingeniero informático sevillano, decidió dar forma a Ayudacovid19, una plataforma colaborativa que pone en contacto a personas que demandan ayuda con otras que están dispuestas a darla.

En apenas unos días, Ayudacovid19 ha tenido una gran aceptación.

Sí. Desde que la puse en marcha, el crecimiento del número de usuarios ha sido exponencial. Arrancó con tan solo tres usuarios y, apenas tres días después, ya se habían registrado más de cuatrocientos.

¿Por qué pensaste que podía ser útil una herramienta así?

Tuve esta idea, en primer lugar, porque debido a la cuarentena actual contaba con mucho tiempo libre. Conocí una plataforma ciudadana de Sevilla que había comenzado a autoorganizarse para ayudar a personas, simplemente inscribiéndose en un listado de Excel. Vi esa base de datos, creí que no era sencilla de utilizar para encontrar a los usuarios más cercanos, aparte de que no había un control sobre los datos personales, y se me ocurrió trasladar esa tabla a un mapa para ubicar de una manera más visual a las personas de un área que te pueden ofrecer o solicitar ayuda.

Es una medida que he tomado de manera altruista y sin ningún ánimo de lucro, ya que la plataforma no se está monetizando. Viendo sus posibilidades, decidí abrirla no solo a la ciudad de Sevilla sino también al resto de España.

¿Qué tiene que hacer alguien interesado en solicitar o en ofrecer su ayuda?

El proceso es muy sencillo: la persona que tenga una necesidad entra en la plataforma, indica por medio de un botón que quiere pedir ayuda, y agrega sus datos de contacto. Otro usuario de la misma plataforma accede a ella, observa si hay alguna demanda de ayuda en su entorno más cercano y, si la hay, ya son los propios usuarios los que se ponen en contacto entre sí.

Como dije antes, me preocupaba la exposición de los datos personales, así que justo ahora estoy trabajando en que la información de las personas registradas deje de ser pública para mantener esa privacidad.

¿Qué tipo de favores intercambian los usuarios?

El 90% son servicios relacionados con salir a la calle, es decir, con hacer la compra, pasear al perro o ir a la farmacia. Hay personas que ofrecen apoyo psicológico ya que muchos usuarios, simplemente, necesitan hablar… es lo que pasa cuando llevas más de una semana de encierro, y te cansas o de hablar con los mismos contactos o de no hablar con nadie.

En estas situaciones la necesidad agudiza el ingenio, y hay quien cuenta con interesantes recursos que ofrecer a los demás como, por ejemplo, impartir clases de yoga o pilates a través de la webcam.

¿Algún ofrecimiento que te haya llamado especialmente la atención?

El caso que más me ha interesado es el de una persona de Zaragoza que ha solicitado que le hagan llegar distintos materiales de costura con los que fabricar mascarillas sanitarias que pueda entregar en los hospitales.

¿Qué sería de toda esta solidaridad ciudadana si no contáramos con la tecnología actual?

Si tienes, por ejemplo, una libreta con 500 referencias de personas que ofrecen ayuda y quieres buscar una concreta, puedes tardar un rato en encontrarla; con la tecnología, sin embargo, ese trámite se soluciona en tan solo un segundo.

Pienso que, con buena voluntad, los ciudadanos pueden hacer muchas cosas útiles, pero cuando movimientos como estos cogen mucha fuerza son más difíciles de gestionar, y la tecnología puede ayudar a hacerlo.

Cuando pase la actual crisis sanitaria, ¿qué pasará con Ayudacovid19?

En la web hay un mensaje que indica que la plataforma morirá cuando termine de existir la necesidad que hay en estos momentos. Sin embargo, he puesto su código fuente a disposición de quien quiera tomarlo, y adaptarlo a cualquier otro problema futuro en el que sea necesario un contacto sencillo entre personas. Las posibilidades son infinitas.

Fuente: Cibersur