Bajo el enunciado Capacidades empresariales para un mundo conectado, la Oficina Comillas Alumni ha organizado una serie de encuentros en torno a la transformación digital y a cómo ésta afecta a las empresas.
El primero de estos encuentros, denominados Aula Abierta para la Transformación Digital, llevó por título Big data: explotando el valor del dato. David Contreras, profesor en Comillas ICAI, fue el encargado de moderarlo, incidiendo en la importancia que la universidad está dando a estas cuestiones a través, por ejemplo, de su nuevo programa E-3 Analytics.
“El big data implica trabajar con datos y tomar decisiones en función de éstos. Big data también es una gran capa tecnológica, una gran oportunidad de universalizar la tecnología a un bajo coste y ofrece una serie de herramientas integradas para cubrir todo el ciclo de vida del dato”, apuntó Contreras. Trabajar con big data supone, “pasar de un análisis descriptivo a un análisis predictivo y prescriptivo”, zanjó.
Elena García, de Pentasoft Group, analizó la capacidad de asumir los datos para producir bienes de consumo y servicio. “Tenemos que desarrollar nuevas formas de gestionar toda la información que generamos con el fin de adaptarnos mejor al consumidor y ofrecer mejores productos y servicios. Para que la información sea efectiva, es fundamental no perder de vista el objetivo de cada empresa y tener en cuenta el equilibrio entre datos, tecnología y talento”.
Alejandro Jiménez, Chief Technolgy Officer en EMC, habló de las ventajas del data lake (o repositorio donde se almacenan todos los datos de la compañía) y apuntó que “algunas de las formas en las que utilizaremos los datos aún no las conocemos, pero sí sabemos que necesitaremos repositorios de datos que faciliten su uso”.
Jiménez vaticinó que en 2031 “vamos a ser capaz de procesar mil veces más información que ahora, con los mismos recursos”.
Por último, Lola Salcedo, directora técnica de software para España, Portugal, Grecia e Israel de IBM, analizó la cuestión ética del big data señalando que no está presente ni en el ámbito empresarial, ni en el de los gobiernos, “únicamente la encontramos en la universidad. La tecnología ya está preparada pero hay que cuidar el objetivo para sacar el máximo partido a la información”.