El éxito o el fracaso de la misión inaugural Artemis I que abre las puertas del retorno de Estados Unidos a la Luna recae sobre los hombros, la pericia y la inteligencia de una mujer, la primera que ejerce el importante cargo de Directora de Lanzamientos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) en sus 64 años de historia.
Se llama Charlie Blackwell-Thompson y es quien pronuncia la palabra inglesa “go”, que da paso al proceso de despegue del nuevo lanzador espacial de nombre Sistema de Lanzamiento Espacial o SLS. En estos precisos instantes ocupa un lugar preferente en la misma sala que ejerció el control de la misión Apolo 11 en julio de 1969 en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, que culminó con el descenso sobre la Luna de los dos primeros seres humanos.
Ella es la máxima responsable de liderar y administrar la planificación y ejecución del conjunto de las operaciones que deben dar luz verde al despegue de la misión Artemis I, cuyo despegue está programado para el 29 de enero, entre las 14:33 y las 16:33 hora peninsular española. No es un trabajo nuevo para ella porque, “he pasado la mitad de mi vida como un ingeniero más en la sala de la que ahora soy la jefa”.
Sus funciones incluyen supervisar la cuenta atrás desde 46 horas y 40 minutos antes del despegue del lanzador SLS que lleva en su parte alta la capsula tripulada Orión, en está ocasión sin astronautas a bordo. Bajo ella hay un primer equipo de 91 ingenieros veteranos y otros más noveles, y un segundo de apoyo en una sala contigua con otros 60 técnicos. Todos ellos están sentados frente a centenares de pantallas que reflejan todos los parámetros de interés de los equipos a bordo y en tierra, incluidos los meteorológicos.
Fuente: Atalayar.com