Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática

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IntelliBell, desarrollado por un grupo de estudiantes de 4º de Ingeniería Informática de la Universidad de León, integra la privacidad y permite abrir la puerta de manera remota.

IntelliBell, un timbre inteligente completamente funcional y de código abierto, ha sido concebido para ofrecer una alternativa asequible y de alta calidad en el mercado de los timbres inteligentes. IntelliBell, desarrollado por un grupo de estudiantes de 4º de Ingeniería Informática: Alberto Miguel Diez, Javier Nido Lafuente, Naamán Huerga Pérez y Beatriz Jové de Castro. A diferencia de otras opciones comerciales, este prototipo permite a los usuarios instalarlo en sus hogares, montándolo ellos mismos con componentes fácilmente adquiribles.

De esta manera los usuarios tienen el control total de la gestión de información sin depender de empresas externas, salvaguardando así su seguridad y privacidad. El prototipo incorpora un bot de Telegram que notifica al propietario de la vivienda cuando alguien llama a la puerta. Además, brinda la posibilidad de abrir la puerta de manera remota y enviar mensajes de audio que se reproducen a través del altavoz del timbre. La integración del chat en Telegram permite a los usuarios tomar fotografías y vídeos utilizando la cámara incorporada en el dispositivo, ampliando así sus funcionalidades.

Noticia completa: Diario de León 

«La ingeniería tiene mucho que decir en la detección del cáncer»

Esther Carnerero Martín (1976, Jerez de la Frontera) estudió Ingeniería Informática en la Universidad de Sevilla y en la actualidad es directora general y socia de Gesi, una empresa tecnológica andaluza de software sanitario en la que desembarcó en el año 2000 como programadora al terminar sus estudios y desde donde fue ocupando puestos de mayor responsabilidad hasta llegar a lo más alto. La vinculación de esta ingeniera con el mundo sanitario va más allá y también cuenta en su curriculum con la experiencia de haber trabajado en proyectos de soluciones sanitarias relacionadas con el diagnóstico por imagen en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. En continuación formación, el año pasado cursé el Máster Universitario en Dirección de Tecnologías, de la Universidad UNIR.

Noticia completa: Diario de Sevilla 

Las Jornadas Técnicas de Ingeniería reconocen a empresas del sector

Las Jornadas Técnicas de Ingeniería (JTI) tuvieron lugar durante el pasado 14 y 15 de marzo, en la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología. El propio estudiantado universitario fue responsable de la organización y se enfocó en los cursos de las cuatro ingenierías que se imparten: Electrónica, Informática, Mecánica y Química Industrial. Este evento multidisciplinar de libre acceso se celebra de manera anual en la Universidad de La Laguna. Tiene el objetivo de acercar a las personas en formación al mercado laboral, para que puedan crear contactos con empresas o proyectos de investigación de su interés.

Cheuk Kelly Ng, alumno de Ingeniería Informática y miembro de la organización del evento, explicó que otros de los propósitos de este evento son orientar al alumnado sobre la elección de la empresa con la que realizar las prácticas externas o trabajar tras graduarse. Para ello se programaron actividades como la interacción con los veintiséis puestos colocados a lo largo del pasillo del centro y que ofrecieron información al público.

El evento supuso una oportunidad para las compañías y organizaciones que asistieron, quienes desde su puesto asignado pudieron difundir su actividad y conseguir sumar participantes para el futuro. Así lo expresó Himar Suárez, alumno de Ingeniería Mecánica y miembro del grupo Formula Student ULL Dynamics. «Las Jornadas nos están dando a conocer a las personas que están aquí estudiando para que puedan venir, unirse al proyecto y ayudar», expuso.

Unas Jornadas llenas de ocio y premios


Al margen de la orientación al futuro laboral, se desarrollaron actividades lúdicas como sorteos, tanto presenciales como online, trivials e incluso una búsqueda del tesoro. Para disfrutar de ellas, era necesaria una previa inscripción gratuita y se repartieron a las personas ganadoras premios que fueron desde mandos y alfombrillas para ordenador, hasta juegos de mesa, altavoces portátiles o un smartwatch.

Una de las competiciones más llamativas fue la de videojuegos arcade, donde se pudo jugar al Tetris Classic y al Pac-man, llevándose el premio quien consiguiera la mejor puntuación al final de cada día. También destacó el concurso al mejor estand, cuyo resultado dependió de la votación popular del público. La empresas ganadoras de los días 14 y 15 fueron Lãberit y Expero, a las que se les entregó un diploma y un reconocimiento mediante una publicación en las redes sociales de las JTI.

La última acción programada fue un torneo del videojuego League of Legends, que contempló recompensas para el primer y segundo puesto. Este se celebró en el Salón de Grados de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología el viernes, 17 de marzo, a las 16.00 horas.

Fuente: Universidad de La Laguna

Eboratic, Universidad y experiencia empresarial

La junior empresa formada por alumnos de Informática y ADE de la UCLM en Talavera, les brinda práctica con proyectos profesionales, autogestión y una puerta al mundo laboral

Iniciativa, ideas y muchas ganas de avanzar son las características principales de Eboratic, junior empresa surgida en la Universidad de Castilla-La Mancha en Talavera. Una Junior Empresa es una asociación sin ánimo de lucro gestionada enteramente por jóvenes universitarios, en este caso, alumnos del Grado de Ingeniería Informática al que también han comenzado a unirse de Administración y Dirección de Empresas (ADE). Desde este tipo de empresas se prestan una serie de servicios e incluso se comercializan productos, primero con la finalidad de aprender haciendo, y después para obtener recursos que reinvertir en su propio proceso formativo, la mejor forma de unir formación con experiencia empresarial.

Miriam Fernández Osuna, presidenta, y Carlos López, secretario de Eboratic, explican que la idea de dar forma al proyecto surgió durante la pandemia, con el objetivo de «acompañar y reforzar» un grado de Informática recientemente creado. Ahora, en el curso en el que se graduará la primera promoción de informáticos de la UCLM en la ciudad, Eboratic sigue creciendo con cursos formativos, organización de jornadas y trabajos profesionales para empresas externas, lo que a su vez les allana el camino para el futuro mercado laboral.

Noticia completa: La Tribuna de Toledo

La ingeniera informática Charlie Blackwell-Thompson es la mujer de la NASA que dirige el lanzamiento de la misión Artemis I a la Luna

El éxito o el fracaso de la misión inaugural Artemis I que abre las puertas del retorno de Estados Unidos a la Luna recae sobre los hombros, la pericia y la inteligencia de una mujer, la primera que ejerce el importante cargo de Directora de Lanzamientos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) en sus 64 años de historia.

Se llama Charlie Blackwell-Thompson y es quien pronuncia la palabra inglesa “go”, que da paso al proceso de despegue del nuevo lanzador espacial de nombre Sistema de Lanzamiento Espacial o SLS. En estos precisos instantes ocupa un lugar preferente en la misma sala que ejerció el control de la misión Apolo 11 en julio de 1969 en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, que culminó con el descenso sobre la Luna de los dos primeros seres humanos.

Ella es la máxima responsable de liderar y administrar la planificación y ejecución del conjunto de las operaciones que deben dar luz verde al despegue de la misión Artemis I, cuyo despegue está programado para el 29 de enero, entre las 14:33 y las 16:33 hora peninsular española. No es un trabajo nuevo para ella porque, “he pasado la mitad de mi vida como un ingeniero más en la sala de la que ahora soy la jefa”.

Sus funciones incluyen supervisar la cuenta atrás desde 46 horas y 40 minutos antes del despegue del lanzador SLS que lleva en su parte alta la capsula tripulada Orión, en está ocasión sin astronautas a bordo. Bajo ella hay un primer equipo de 91 ingenieros veteranos y otros más noveles, y un segundo de apoyo en una sala contigua con otros 60 técnicos. Todos ellos están sentados frente a centenares de pantallas que reflejan todos los parámetros de interés de los equipos a bordo y en tierra, incluidos los meteorológicos.

Fuente: Atalayar.com

‘EscodeRoom’, el videojuego para aprender la lógica de la programación, desarrollado por la Universidad de Cádiz y Omnium Lab Studio

Desarrollado por la Universidad de Cádiz y Omnium Lab Studio, el  jugador tiene que escapar de una casa encantada, tendrá que hacer frente a una serie peligros y superar retos

Una casa encantada en una atmosfera gótica en el Londres victoriano es el escenario en el que se desarroola EscodeRoom. Se trata de un videojuego gratuito para dispositivos móviles que, a través de una mecánica de escape room, forma a sus participantes en los fundamentos de la lógica computacional. Este videojuego ha sido desarrollado por el grupo de investigación Mejora del Proceso Software y Métodos Formales (SPI&FM) de la Universidad de Cádiz y la empresa algecireña Omnium Lab Studios.

En EscodeRoom, el jugador tendrá que escapar de una casa encantada haciendo frente a una serie de peligros y superando retos, para los que deberá poner en práctica sus habilidades de pensamiento computacional y de programación, fomentando así su aprendizaje.

En función de su pericia, el usuario se situará en un nivel que irá superando conforme vaya trascurriendo el juego. El pensamiento computacional y de programación es un proceso en el que usando habilidades relacionadas con la computación junto a pensamientos como el crítico o el lateral plantea una nueva perspectiva para resolver conflictos y se puede usar para la resolución de cualquier tipo de problema. Así, el cerebro humano se acerca a un modo de pensamiento similar al de un ordenador para conseguir una perspectiva distinta que solucione problemas.

La responsable de SPI&FM, Mercedes Ruiz Carreira, ha explicado que “las investigaciones permiten asegurar que las habilidades del pensamiento computacional ayudan a formular y resolver los problemas del mundo real de manera universal, no solo de manera exclusiva en la informática”.

Fuente: Cinco Días

Firma invitada | El País Retina» Los datos: un reto, una profesión, una solución

En el País Retina por Antonio Bahamonde, Ernesto Pimentel y Juan Pablo Peñarrubia

Países de nuestro entorno como Francia y Alemania han establecido planes para poder disponer de ingenieros informáticos especializados en datos. Es evidente que España no puede estar ajena a esta corriente.

Todo el mundo habla de datos. Aparecen por todas partes y adquieren protagonismo, porque son útiles, porque resulta que la digitalización consiste precisamente en sacarles partido: cambiar el modelo de negocio a partir del procesamiento de los datos de una organización.

Una confluencia de posibilidades de automatización y de globalización nos ponen en alerta como sociedad. Sabemos que muchos puestos de trabajo desaparecerán y serán sustituidos por otros en los lugares donde se haya producido la riqueza suficiente al aumentar la eficiencia de las empresas. El bienestar y el progreso de nuestro país depende en una buena parte de la manera en que afrontemos el reto de los datos.

Siempre hubo datos. Las técnicas matemáticas y estadísticas que fundamentan la ciencia de datos son centenarias, pero la explosión en su efectividad se produce cuando la informática facilita construir aplicaciones que permiten automatizar actividades y mejorar drásticamente la toma de decisiones. El comportamiento de estas aplicaciones, a veces, si fuese adoptado por una persona no dudaríamos en calificarlo como inteligente.

Los profesionales que necesitamos son ingenieros informáticos con una especialización. Ingenieros e ingenieras capaces de llevar más allá la búsqueda de regularidades en cantidades ingentes (o no) de registros de actividades o de fenómenos. Solo la computación puede indagar racionalmente en un campo de exploración que, junto con los números, incluye imágenes, sonidos, textos o rastros digitales de usuarios.

La informática es diversa y abarca muchos campos que en buena medida no son conocidos por el público en general. El tratamiento de datos no consiste solo en su análisis y evaluación, sino que precisa también abordar tareas de selección, preprocesamiento y transformación. Los datos deben ser organizados en bases de datos adecuadas, con arquitecturas que optimicen el rendimiento en su gestión. El procesamiento descansa en el aprendizaje automático y en la elaboración de software de calidad que garantice la comunicación con los sistemas informáticos de una organización. Precisamente, estas son labores que dan nombre a las áreas de ingeniería informática en el ámbito académico.

Países de nuestro entorno como Francia y Alemania han establecido planes para poder disponer de ingenieros informáticos especializados en datos. Es evidente que España no puede estar ajena a esta corriente. A nuestro juicio las medidas deben abarcar varios frentes.

La formación de un ingeniero informático especialista en datos (el nombre es poco relevante) no puede hacerse con unas pocas horas sobre una formación de base diferente a la informática. La Universidad necesitará adaptarse a los nuevos retos; no solo en informática, desde luego. No podemos permitirnos sucumbir a la poderosa inercia o nos quedaremos atrás. Tenemos que abrir las ventanas y respirar en los nuevos aires, adelantarnos a ellos si es posible. Las normas internas de toma de decisiones y asunción de responsabilidades desdibujan en exceso estos procesos.

La elaboración y actualización de los planes de estudio debe responder a criterios académicos objetivos, establecidos por los expertos y en consonancia con las necesidades de la industria, pero nunca a intereses internos de las propias instituciones y tampoco debe sucumbir a modas efímeras.

Además, una tediosa burocracia alarga los procesos de manera desesperante. Es urgente también la aplicación de fórmulas imaginativas para compartir expertos (necesarios en especialidades recientes) y para utilizar técnicas pedagógicas diferentes.

Por otra parte, la profesión (¡y la industria!) necesitan establecer una clara diferencia entre la Formación Profesional y los títulos universitarios (y entre ellos también). En España las ingenierías tienen una regulación que lleva décadas pendiente para la Informática. Cada país tiene su modelo de regulación para las ingenierías, pero ninguno comete el error de penalizar a la informática. Se dice que el mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años, pero el segundo mejor momento es hoy.

Todo lo anterior, con algún pequeño matiz, es común a otras especialidades de la ingeniería informática. Por ejemplo, la ciberseguridad, los juegos, o la inteligencia artificial entre otras. La sociedad española necesita abordar estas reformas para aprovechar el enorme potencial de estos retos y oportunidades, no podemos permitirnos dejarlas pendientes para otro momento.

Antonio Bahamonde es presidente de la Sociedad Científica Informática de España (SCIE) y catedrático de la Universidad de Oviedo.

Ernesto Pimentel es presidente de la Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática (CODDII) y catedrático de la Universidad de Málaga.

Juan Pablo Peñarrubia es presidente del Consejo General de Colegios de Ingeniería en Informática (CCII)

Artículo publicado en El País Retina el pasado 6/7/19


Grados en Ciencia de datos “Los datos han llegado para quedarse” puesta en marcha en UPV y UV en València

“Los datos han llegado para quedarse”. La frase la pronuncia el vicerrector de Estudios de la Universitat Politécnica de València, Eduardo Vendrell. No lo sabe pero es la misma que se encuentra en la primera línea de presentación en la web del grado en Ciencia de Datos de la Universitat de València. Viendo la coincidencia, cabría añadir que no son el futuro; es el presente, y la coincidencia no es casualidad.

Lo que grosso modo se describe como Big Data (en realidad la Ciencia de Datos es mucho más amplia) es en la práctica un nuevo lenguaje, con sus códigos, sus formas, sus reglas. Tanto la Universitat como la Politécnica están impartiendo enseñanzas en torno a esta Ciencia de los Datos que haría las delicias de Gauss. Igual que algunos creen en profetas, otros creen en los números. Una religión que va en aumento y que ha incorporado una nueva orden: la Universitat de València anunció este martes su intención de poner en marcha el primer grado de Ciencia de Datos aplicado a una disciplina, en este caso a la gestión y dirección de empresas, con la puesta en marcha de Inteligencia y Analítica de Negocios.

La Politécnica, por su parte, ha estrenado este curso su grado dedicado a las cifras que pululan por las redes, que vuelan por las ondas, a los datos que se generan cada día, que podemos ahora mensurar gracias a los nuevos sistemas informáticos, a los nuevos procesadores… Los egresados del curso 18-19 serán en cuatro años la primera promoción de ingenieros de Datos (el grado está vinculado a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática). El profesorado es de los que les hace sacar pecho en la Politécnica. La dedicación estimada al título es de 80 profesores, explica Vendrell, de los cuales 76 son doctores, 14 catedráticos y 49 profesores titulares de universidad. Sólo hay un profesor asociado y a tiempo parcial; y es porque, como diría el anuncio de L’Oréal, porque lo vale. “El nivel es muy alto, teniendo en cuenta que se exige un 50% de doctores y en nuestro caso es más del 90%”, comenta.

Su grado tiene una orientación transversal y se ha concebido con la clara intención de no chocarse con el que ofrece la Universitat de València. La colaboración entre las dos instituciones en este caso está siendo modélica, algo que el vicerrector de la Politécnica quiere poner en valor. “Es un ejemplo de cómo se pueden implantar este tipo de grados sin pisarse los unos a los otros”. No lo menciona, pero es inevitable recordar el conflicto entre la Universidad de Alicante y la Miguel Hernández de Elche por la implantación del grado de Medicina. Lo de los datos no ha sido, ni mucho menos, el caso. Algoritmos, informática, el nuevo grado cuenta con 75 alumnos que optan a 240 créditos, un número de estudiantes selecto que han tenido que superar una nota de corte muy alta: 9,75.

Esperando a ANECA

El grado de la Politécnica ya está en marcha porque, lógicamente, ha pasado el visto bueno de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación. El nuevo grado de la Universitat de València, Inteligencia y Analítica de Negocios, está a la espera de este trámite, explica Dolores Forés, vicedecana de Estudios de Grado de la Facultad de Economía. La intención de la Universitat es ponerlo en marcha el próximo curso, el 2019-2020. Forés destaca que tiene un carácter “diferenciador bastante elevado”, ya que tiene un contenido más práctico, aplicado a la empresa. Es como una doble titulación. Los egresados sabrán de Ciencia de Datos, podrán leer en este nuevo idioma, y sabrán de empresa.

La razón de ser del grado es puro sentido común, si se atiende a la perspectiva de Forés. “Muchas veces el directivo sabe lo que quiere, que es vender un producto. Lo que necesita es alguien que le diga, a través del análisis de datos, cómo hacerlo, que le ayude a por ejemplo crear una aplicación que le haga llegar este mercado”. Los egresados podrán hacerlo por ellos mismos. O podrían. Si a algo se parecerá este grado es a otros más tradicionales que aúnan, por citar el caso más habitual, Derecho y Economía.

La Universitat ofrecerá 50 plazas, con un programa de estudios que incluirá asignaturas básicas del conocimiento de la empresa y luego todas las relacionadas con técnicas de investigación de datos, siempre desde el punto de vista económico. Como en el caso de la Politécnica, el profesorado es de los que, de entrada, luce: todos serán doctores. El 20,8% son catedráticos; los titulares de universidad son un 54,2%; un 8,4%, ayudantes doctores, tantos como asociados doctores. Completan la nómina un 6,2% de profesores titulares de escuela universitaria 6,2% y un 2% de catedráticos de escuela universitaria.

El nuevo grado de la Universitat de València se unirá a los que ofrecen ahora la Carlos III de Madrid y la Universidad Autónoma de Barcelona y supondrá una nueva pica en el Flandes de los números. La conquista del conocimiento a través de los datos sigue su curso.

Fte.: Valencia Plaza