Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática

Mensajes etiquetados Universidad de León

Raúl Matilla, el campeón de España de salto de Altura que estudia Ingeniería Informática en la Universidad de León

Raúl Matilla es natural de Veguellina de Órbigo (León), cursa estudios de Ingeniería Informática en la ULE, y a su extraordinario expediente académico hay que sumar sus magníficos resultados en la modalidad de salto de altura, que le ha llevado a obtener en fechas recientes el título de Campeón de España Sub’20, que se une al de Campeón de España universitario conseguido en abril.

Además, la pasada semana acudió a Perú para competir en el Campeonato del Mundo, y se clasifico en el puesto nº 10. Hay que destacar que forma parte del Club Universidad de León Sprint, y que este año ha batido en su plusmarca personal en varias ocasiones.

Por su parte, el entrenador Eduardo Martínez es graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CAFD) por la ULE, y en la actualidad compagina sus labores con las clases que imparte como profesor asociado.

Noticia completa: Novaciencia 

Ingenierías despega en León con los drones de Defensa y el Aula Huawei

La Universidad de León tuvo ayer una intensa jornada, que se concentra en la Escuela de Ingenierías Industriales, Informática y Aeroespacial. Por la mañana, la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, y el rector, Juan Francisco García Marín, firmaron un convenio por el que el centro académico se convierte en referente de investigación para la mejora de las capacidades operativas de la nueva unidad de drones de la UME, conocida como la Udrume, con base en Conde de Gazola. Por la tarde, la propia escuela acogió la presentación del aula 5G de Huawei, que se conoce como la León Cyber Security Experience Center, «un laboratorio para que los alumnos experimenten con redes privadas 5G, sobre todo en cuestiones vinculadas a la ciberseguridad».

Noticia completa: Diario de León

Firmado un acuerdo de colaboración entre la ULE y la empresa tecnológica Proconsi

Juan Francisco García Marín y Tomás Castro han firmado esta mañana un convenio marco para agilizar las colaboraciones que venían realizando en materia formativa, prácticas de empresa y proyectos de investigación.

El rector de la Universidad de León (ULE), Juan Francisco García Marín, y el director general de PROCONSI, Tomás Castro, han firmado en la mañana de hoy un convenio marco de colaboración entre ambas entidades, en el transcurso de un acto que se ha desarrollado en la Sala Martín Sarmiento.

El texto rubricado explica que la empresa Proconsi -asentada en el Parque Tecnológico de León- centra sus servicios en el desarrollo e integración de soluciones informáticas para todo tipo de empresas, y destaca por su especialización en el desarrollo de software de gestión, consultoría tecnológica, dirección y gestión de proyectos I+D+i basados en TIC, así como soporte técnico, aplicaciones móviles y fomento de tendencias en nuevas tecnologías, como el cloud computing. Durante la firma del convenio, el rector García Marín expresó su satisfacción por esta colaboración, ya que “la universidad siempre necesita estar al lado de la empresa y que ambos puedan beneficiarse para formación y para que estudiantes y profesorado conozcan realmente qué es la empresa y lo que hay fuera del ámbito universitario”.

Por su parte, Tomás Castro, director general de PROCONSI, agradeció la colaboración con la Universidad de León y destacó la importancia de desarrollar el tejido empresarial en un entorno cada vez más digitalizado. Castro agradeció a la Universidad de León la colaboración con una empresa autóctona del sector de las tecnologías como es Proconsi y ratificó su compromiso por continuar no solo con las actuaciones formativas y prácticas sino también con el título propio de Formación Permanente en Ciberseguridad “que el año pasado registró 114 solicitudes tanto de León como de otras partes de España donde el 12% eras mujeres y al que finalmente solo pudieron entrar 17 personas por la capacidad limitada que tenemos para albergar más inscritos”. La ciberseguridad cobra cada día más importancia y León es el centro de desarrollo de esta actividad. En este sentido, Castro ha destacado cómo “nuestra colaboración funciona a la hora de formar profesionales ya que en muchas ocasiones no están suficientemente cualificados para incorporarse de inmediato a la empresa”. Reflexión que también fue corroborada por el rector García Marín quien manifestó que León “no puede dejar pasar el tren de la ciberseguridad, tenemos el INCIBE, másteres, cátedra de ciberseguridad, empresas… León tiene que estar ahí y la universidad colaborará siempre».

Ambas partes consideran que la mutua colaboración puede contribuir a la mejor realización de las actividades propias de cada una y al beneficio de la sociedad. De hecho, Proconsi y ULE mantienen colaboración constante desde la implantación del título de Ingeniero Técnico Informático y desde entonces la cooperación con la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial ha sido habitual con respecto a las titulaciones de Grado y Máster que imparte este centro.

En ese sentido, el acuerdo suscrito esta mañana es la culminación a una estrecha colaboración que ambas entidades venían realizando en los últimos años y que era de máximo interés materializar en un convenio marco de colaboración. A lo largo de este tiempo han cooperado en la oferta de prácticas curriculares y extracurriculares, los reconocimientos a mejores expedientes en Ingeniería Informática en los actos de Graduación de la Escuela, cursos de formación permanente en Ciberseguridad y Proyectos de desarrollo de I+D conjuntos con los grupos de investigación de la Universidad de León en el ámbito de la ingeniería informática e ingeniería industrial.

Fuente: Universidad de León

Las universidades de Washington y León colaboran en el desarrollo de aplicaciones móviles con diseño UXL

Un grupo de estudiantes de titulaciones de Informática de las Universidades de León (ULE) y de Washington participan estos días en un curso de formación en León que tiene por finalidad adquirir competencias en el desarrollo de aplicaciones móviles con perspectiva intercultural. Fruto de la relación entre ambas instituciones, desde el pasado 21 de junio y hasta mañana jueves, se está celebrando en la sede de la Universidad de Washington en León un programa formativo dirigido por las profesoras Menaka Abraham y Raghavi Sakpal de la Escuela de Ingeniería y Tecnología de la Universidad de Washington.

El programa cuenta con la participación de estudiantes de informática de la universidad de Washington y de Ingeniería Informática de la Universidad de León. En el mismo, además de las clases teóricas, realizan trabajos prácticos guiados y se complementa con visitas a instituciones como el Centro de Supercomputación o el INCIBE, así como un programa cultural.

El curso se centra en desarrollar competencias computacionales para el diseño de aplicaciones web y móviles que favorezcan la mejor relación e interacción posible entre el usuario y el producto o servicio. Como finalización del curso los estudiantes presentarán los resultados de su trabajo en un acto abierto en las dependencias del Palacio del Conde Luna, en el que se encuentra el Centro de la Universidad de Washington en León.

Además del programa formativo, las profesoras Abraham y Sakpal han mantenido reuniones con diferentes miembros de la comunidad universitaria de León así como con el vicerrector de Internacionalización, Roberto Baelo y la directora de Proyección Internacional, Adriana Suárez Corona, cuya finalidad es la de intensificar las relaciones en los campos del intercambio de estudiantes, colaboración en tesis doctorales y el desarrollo de investigaciones conjuntas enfocadas a campos como la criptografia, ciberseguirdad, inteligencia artificial, machine learning, programación, etc.

Fuente: Universidad de León 

Entregados los premios del III Concurso de Prototipos de la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial

Moisés González, Marcos Flórez e Iván Mazariegos con un aerogenerador vertical y Naamán Huerga, con una plataforma modular para inyección de comando en sistemas informáticos, se alzan con los primeros galardones en las categorías de Tecnología y Sotware.

Un aerogenerador vertical basado en la resonancia por vórtices inducidos y una Plataforma modular para inyección de comando en sistemas informáticos, han sido los proyectos ganadores de la tercera edición del Concurso de Prototipos de la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial de la Universidad de León (ULE) cuya presentación de trabajos y entrega de premios tuvo lugar esta mañana en el hall de la escuela.

Moisés González Tamargo, Marcos Flórez Fernández e Iván Mazariegos Fernández, estudiantes de cuarto curso de Grado en Ingeniería Aeroespacial, son los artífices del prototipo de un aerogenerador vertical basado en la resonancia por vórtices inducidos por el que han ganado el primer premio de la modalidad de Prototipos/dispositivos Tecnológicos. La propuesta desarrollada -BWG1- se concreta en el prototipo de un aerogenerador que al carecer de hélices se solucionan muchos de los problemas de los generadores convencionales.

En la modalidad de Prototipos/aplicaciones de desarrollo de Software, Naamán Huerga Pérez, estudiante de cuarto curso de Ingeniería Informática conquistó al jurado encargado de deliberar entre los 19 proyectos presentados al Concurso. Su propuesta, -Typeduino-, es una plataforma modular para inyección de comando en sistemas informáticos. Se trata de un dispositivo físico basado en arduino que hace las funciones de un badUSB: inyectar scripts pre-programados de comandos en sistemas informáticos. El prototipo tiene un enfoque open-source, modular y busca ser la alternativa económica y libre a los dispositivos disponibles en el mercado con características similares, siendo hasta 5 veces más barato que estos ofreciendo más funciones.

La tercera edición de este concurso ha registrado un total de 19 propuestas de prototipos (10 en la categoría de Tecnológicos y 9 en Software), cinco más que en la pasada edición. Un balance “muy positivo” según indicó el director de la Escuela, Joaquín Barreiro, durante la entrega de premios en la que también estuvo Ramón Ángel Fernández, vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad. Barreiro destacó que todos los proyectos presentados eran “de una alta calidad y es importante este tipo de eventos para visibilizar lo que hacéis y trabajáis en determinadas asignaturas. Este año han sido 19 los prototipos presentados, esperemos que esta exposición sirva para que el próximo año se sumen más propuestas”.

Noticia completa: Universidad de León

Investigadores de la ULE desarrollan una app para conocer las plazas libres de la ORA

Gracias a esta investigación, los usuarios de aparcamiento pueden ver en tiempo real el porcentaje de ocupación de las zona azul y naranja de la capital. |
Se trata de un trabajo de Eulsa iniciado en 2018 con profesores de Económicas y de la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial.  

Investigadores de tres grupos de investigación de la Universidad de León (ULE) han elaborado desde 2018 un proyecto con Eulsa (Estacionamientos Urbanos de León – ORA León) que se ha materializado en el desarrollo de una aplicación para conocer la disponibilidad de plazas de aparcamiento de zona ORA en las zonas de León.

La iniciativa de este proyecto partió del gerente de EULSA, Juan Luis Diez Mata, que vio la necesidad de realizar un proyecto aplicable para facilitar al usuario de aparcamiento una forma más rápida y ágil de estacionar. Los científicos implicados en este proyecto han sido Lidia Sánchez González, del Grupo de Investigación de Robótica, Julio Abad González, del Grupo de Investigación de Economía Aplicada, y Miguel Cervantes Blanco, del Grupo Mkting Research. Los tres han trabajado estos años en un sistema que ofreciera en tiempo real la disponibilidad de plazas en zonas azules y naranjas.

Para ello han analizado ratios y tasas en las zonas de aparcamiento y han desarrollado la aplicación informática que ya está disponible dentro de las aplicaciones móviles para el pago de estacionamiento (Telpark y Oracar). Una aplicación que gracias al estudio de los datos “se podrán detectar zonas con ocupación importante, aquellas con exceso de demanda, aquellas que tienen plazas libres, y esto ayudará al usuario en la movilidad por la ciudad”, explican.

En León, actualmente, seis de cada diez personas usan las aplicaciones móviles para pagar el estacionamiento. En el caso de Telpark, por ejemplo, el uso es muy sencillo, desde el menú principal, se accede a más opciones y luego a plazas libres y ahí selecciona León. Una vez dentro de ese apartado aparecen porcentajes de ocupación en tiempo real en todos los sectores de la ciudad, e incluso al ‘pinchar’ en una zona concreta el usuario podrá ver cada una de las calles que conforman el sector y ver su ocupación.

La iniciativa impulsada desde EULSA (sociedad mixta participada por el Ayuntamiento de León)  y desarrollada por talento leonés de la Universidad de León (ULE) no solo supone una mejora en la búsqueda de aparcamiento para los usuarios sino que además permite la mejora de la fluidez del tráfico, hace que disminuya el tiempo para aparcar así como la reducción de la contaminación acústica y de CO2, y contribuye al desarrollo sostenible de la ciudad.

Noticia: Universidad de León

La Universidad de León, tercera en el ‘hackathon’ que capta los mejores perfiles tecnológicos

Un equipo formado por alumnos de la Universidad de León (ULE), acompañados por la profesora de Lenguajes y Sistema Informáticos Eva María Cuervo, se alzó con el tercer puesto en el hackathon del HPE CDS Tech Challenge que se celebró los pasados días 23 y 24 de abril en las instalaciones de la compañía HPE CDS en Las Rozas (Madrid).

Este challenge, que supone la mayor competición de programación de @hpe y #HPECDS España para captar los mejores perfiles tecnológicos del mercado, se inició hace seis meses con la participación de más de 240 estudiantes de toda España, que en estos meses se han enfrentado a retos tecnológicos sobre las ciudades del futuro.

Seguir leyendo: https://www.leonoticias.com/universidad/universidad-leon-tercera-20220503134144-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

Fuente: leonoticias

Una investigadora y dos estudiantes del grado de Ingeniería Informática de la ULE ponen en marcha Bring, un sistema de reconocimiento biométrico que analiza la manera de caminar

Más rápido o más lento. A grandes zancadas, de puntillas, con las piernas arqueadas… Hay tantas maneras de caminar como personas. A partir de esta evidencia, un grupo de investigadores de la Universidad de León (ULE) ha ideado un dispositivo capaz de identificar a cada individuo por su forma de andar.

‘Biometric recognition using gait analysis’ (Bring) es un sistema que permite reconocer a un usuario cuando este se acerca a una puerta. Esta novedosa tecnología de reconocimiento biométrico ha sido puesta en marcha por Claudia Álvarez, investigadora con una beca predoctoral, Miguel Ángel González y David Fernández, estudiantes del Grado de Ingeniería Informática de la ULE.

Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/se-te-reconoce-por-los-andares

Fuente: La Nueva Crónica

Bioinformática: Entrevista al biotecnólogo César de la Fuente Núñez, que comenzó su actividad investigadora en la Universidad de León

César de la Fuente | Foto: Diario de León

EL PAPEL DE LAS BACTERIAS. El coronavirus debilita las defensas, y crea el escenario propicio para que las bacterias provoquen una infección secundaria. Causan la mitad de las muertes. Y son cada vez más resistentes a los antibióticos con los que se tratan actualmente.

La lucha contra el virus no puede dejar de lado a las bacterias. «El mundo es en los últimos meses una marioneta dirigida por un microbio invisible. Pero las bacterias son actrices secundarias que marcar un final decisivo en el desarrollo de la película». Lo advierte César de la Fuente Núñez, biotecnólogo que comenzó su actividad investigadora en la Universidad de León y está en el desarrollo científico puntero a nivel mundial, con continuos reconocimientos a la excelencia entre los jóvenes investigadores. Catedrático ahora de la Universidad de Pensilvania, ha creado su propio laboratorio en los departamentos de Microbiología y Psiquiatría de la Escuela de Medicina. Todo con poco más de 30 años.

«No hay que olvidar a las bacterias, que cumplen un rol secundario en la pandemia actual. El virus debilita nuestras defensas, y crea el terreno fértil para que las bacterias provoquen una infección secundaria. Muchas de ellas son además a estas alturas resistentes a los antibióticos, así que, según se está demostrando en las ciudades chinas que primero padecieron la pandemia, la mitad de los pacientes mueren por estas infecciones secundarias». El científico considera que la crisis sanitaria actual hará que «salgamos fortalecidos y mejor preparados para afrontar nuevos episodios de este tipo, y futuras crisis de salud global».

Mientras, en su departamento se encuentran trabajando sin descanso, como en todos los centros de investigación del mundo, para desarrollar nuevas terapias potenciales. La suya se basa en moléculas desarrolladas en laboratorio para que sean capaces de neutralizar el virus sin ser tóxicas. Son pequeñas proteínas que actúan contra las bacterias, y se está probando si tienen también actividad antiviral. A la vez, avanzan en el desarrollo de antibióticos contra las bacterias superresistentes.

A la espera de comprobar los plazos de desarrollo de este proyecto para sus pruebas en humanos, trabajan también en la creación de un prototipo que permita detectar el coronavirus de manera «rápida, eficiente y barata». Con un sistema novedoso, «sin precedentes en el mercado actual». Se trata de monitorear el virus con su receptor según un mecanismo electroquímico. «Lo que soñamos desarrollar es un aparato de mano que permita un diagnóstico rápido y de bajo coste, que pueda ser además de distribución masiva».

César de la Fuente se graduó en la primera promoción de biotecnológos de la Universidad de León en 2009, y en el Campus de Vegazana comenzó una brillante trayectoria investigadora que le llevó hasta el Massachusetts Institute of Tecnology (MIT), en el que aprendió los cimientos de la ingeniería informática, biología computacional y biología sintética que le han permitido programar y seleccionar organismos vivos, y después enseñar a los ordenadores a diseñar proteínas con capacidad antimicrobiana, capaces de matar bacterias. Un paso fundamental para producir nuevas medicinas, en su ambición de luchar contra las resistencias a los antibióticos que amenazan con acabar con los avances que implicó el descubrimiento de estos medicamentos.

Hasta llegar a la cátedra de Bioingeniería, Microbiología y Psiquiatría de la Universidad de Pensilvania, en la que trabaja actualmente. Además acaba de ser galardonado por la American Chemical Society con el Young Investigator Award, otro de los premios que le consolida como una de las grandes promesas de la investigación científica a nivel internacional.

La pandemia del coronavirus ha llevado a su equipo a investigar fórmulas de aplicación de sus investigaciones a luchar contra el Covid. El equipo de De la Fuente se encuentra ahora investigando nuevas terapias potenciales: «Estamos realizando un screen de moléculas que hemos desarrollado en el laboratorio, y que incluyen pequeñas proteínas, antibióticos, etc. Se trata de ver si son capaces de neutralizar el virus. De manera simultánea, estamos comprobando que las moléculas no son tóxicas. Si alguna funciona, la idea es testarlas en un modelo de ratón».

La peculiaridad de la investigación que llevan a cabo se centra en que que «la mayoría de las moléculas que estamos testando son proteínas minúsculas que tienen actividad contra bacterias. Queremos ver si estos compuestos también tienen actividad antiviral». Apunta además que «es importante recordar que las infecciones bacterianas pueden causar neumonías letales en el contexto de pandemias como la que vivimos hoy en día, con lo cual nos interesa continuar nuestro trabajo desarrollando antibióticos contra estas bacterias superresistentes. La hipótesis actual es que las proteínas minúsculas podrían neutralizar la estructura del virus interfiriendo con el proceso de entrada del virus en la célula humana (a través del receptor humano ACE2)».

La investigación del equipo del biotecnológo se suma a las propuestas para hacer frente a la pandemia. MOREIRA

Un proceso de neutralización que se «basa en erradicar al virus directamente. Es decir, la estructura de la cápsida del virus sería la diana». En todo caso, pensar en plazos para que este desarrollo pueda aplicarse en la práctica a humanos es complicado. «Es muy difícil poder predecir esto, aunque si se descubriese un nuevo medicamento prometedor el proceso de aprobación para uso en humanos seguro que se aceleraría, debido a la necesidad actual de curar Covid-19. En nuestra screen también estamos testando medicamentos aprobados por la FDA (Food and Drug Administration) que actualmente se usan en humanos. El concepto es que si estos funcionan, se podría acelerar aún más su implementación en la población».

La línea de investigación que desarrolla el equipo de César de la Fuente es la que ha seguido en buena parte de su carrera y su trabajo. «No debemos menospreciar a las bacterias. El mundo está azotado por multitud de microbios invisibles, y ahora se trata de contener como sea una pandemia que ha cambiado radicalmente la manera de relacionarnos, incluso de percibir el mundo».

El científico señala que esta pandemia recuerda a los efectos catastróficos de la gripe de 1918, que «diezmó a la población mundial y mató a 50 millones de personas». Sin embargo, incide en que «se calcula que el 95% de esas muertes finalmente no se debieron al virus en sí, sino a las neumonías causadas por las bacterias. La capacidad de éstas cuando actúan de forma conjunta con los virus es demoledora y letal». Señala también que entonces no había antibióticos. El primero, la penicilina, no apareció hasta diez años después. «Ellos permitieron que nos libráramos del terror de las bacterias, pero a veces no pueden controlar determinadas infecciones, ya que evolucionan y se modifican. Incluso se han hecho resistentes a los antibióticos. Ya Fleming en 1945 advirtió del peligro de esta resistencia en su discurso de aceptación del Premio Nobel».

Un siglo después de aquella gripe llega el SARS-CoV-2, con «una capacidad letal diez veces mayor que el virus de la gripe convencional. Mientras científicos de todo el mundo se centran en encontrar medicamentos de acción directa antiviral, y vacunas que prevengan infecciones futuras, no hay que olvidar que las bacterias pueden, nuevamente, cumplir un rol secundario en la pandemia actual. Y es que el virus se encarga de debilitar nuestras defensas y, como consecuencia, proporciona un terreno fértil y propicio para que las bacterias puedan colonizar nuestro cuerpo», señala De la Fuente.

Destaca que un estudio realizado en la provincia china de Wuham, donde se originó la pandemia, revela «que uno de cada siete pacientes hospitalizados con Covid-19 adquiere una infección secundaria (muchas de las cuales son causadas por bacterias resistentes a antibióticos), y el 50 % de estos pacientes muere como consecuencia de estas infecciones. La historia parece similar a la de la gripe de 1918. Sólo que desde entonces el conocimiento ha avanzado de forma exponencial. No sólo con antibióticos y vacunas, sino con el estudio de las enfermedades infecciosas y cómo se transmiten. Eso es básico para afrontar esta nueva guerra biológica, que requiere innovación constante».

Y ahí surge la que es una de las grandes preocupaciones del biólogo, y centro de buena parte de sus investigaciones. «En las últimas décadas no se han desarrollado nuevos tipos de antibióticos, y cada vez hay más bacterias resistentes a los que hay disponibles. Si no avanzamos en este campo, en menos de 30 años morirán 10 millones de personas al año por culpa de estas bacterias». De la Fuente se muestra optimista, cree que «la sanidad saldrá fortalecida para afrontar futuras pandemias»; pero advierte: «Ahora el escenario es casi de ciencia ficción, un mundo dirigido por un microbio invisible. Se está investigando muchísimo en él. Pero es crucial no menospreciar el papel de las bacterias, porque pueden agravar los efectos de la pandemia».

Fuente: Diario de León