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Podcast de la UOC sobre tendencias en tecnología para el 2024: Despacho 42

¡Nuevo episodio del podcast Despacho 42! En esta ocasión, hablamos de las principales tendencias en tecnología para el 2024. Para ello, el profesor César Córcoles conversa con profesorado, personal investigador y miembros del Observatorio Tecnológico de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC: Josep Curto, Josep Jorba, Desirée Gómez, Paloma González, Antoni Pérez y Robert Clarisó.

1. Regulación y estándares de la inteligencia artificial

El profesor Josep Curto asegura que el año 2024 estará marcado por las regulaciones de la inteligencia artificial (IA). “Estas regulaciones van a condicionar la manera en la que las empresas van a desplegar la IA: tendremos que llevar a cabo un proceso que consiste en identificar claramente quiénes son los usuarios, cuál es la intención de nuestro sistema y el contexto en el que trabajamos”, explica Curto.

Curto destaca que cada región y/o país va a tener su propia regulación de la IA, y esto hará que las empresas tengan que lidiar con múltiples regulaciones. “Vamos a vivir una época llena de litigios, de complicados despliegues de la IA y de casos de uso que van a afectar frecuentemente negativamente a todo el mundo, tanto a la empresa como a los usuarios finales y a la sociedad si no se despliegan desde una perspectiva de la IA responsable”, explica. Y concluye: “Las empresas tienen que adoptar estas normativas y aplicarlas de manera correcta. Por ello, se avecinan momentos importantes de transformación en el ámbito de la IA que nos harán reflexionar en cómo construimos estos servicios, cómo los diseñamos y cómo los mantenemos”.

2. Riesgos de ciberseguridad en la nube y ataques informáticos con IA generativa 

El profesor Josep Jorba destaca varias tendencias de tecnología en el campo de la ciberseguridad, la privacidad y la seguridad informática para el 2024. Una de ellas es los riesgos de ciberseguridad en la nube. “En los últimos años, muchas empresas han hecho migraciones de sus anteriores centros de datos a aplicaciones en la nube. No obstante, muchas veces estas migraciones no se han hecho correctamente (de forma nativa a Cloud) y esto puede conllevar implicaciones de seguridad en cuanto al nivel de acceso, credenciales de usuarios y datos que pueden estar expuestos en diferentes momentos”, explica el profesor. Y añade: “Esto hace que sea necesario un enfoque de las empresas en temas específicos de seguridad en la nube. Aunque los proveedores Cloud están bastante bien dotados de todo tipo de normativas y soporte de seguridad, al final gran parte de la gestión de seguridad final acaba recayendo en el usuario final”.

Otra de las tendencias que destaca Jorba es el auge de ataques informáticos de phishing haciendo uso de la IA generativa. “La IA generativa permite que los mensajes que recibimos en el correo electrónico o SMS con el fin de robar credenciales sean más personalizados y creíbles. Algunas IA generativas empiezan a estar conectadas a Internet y esto puede hacer que su escritura se base en datos reales recolectados, sobre los destinatarios de phishing, sean particulares u organizaciones”, relata Jorba.

3. Tendencias en educación: regulación de la IA en la enseñanza, nuevas tecnologías en educación y aprendizaje a lo largo de la vida

Desirée Gómez, experta en innovación educativa del eLearning Innovation Center (eLinC) de la UOC, destaca tres tendencias en tecnología en el ámbito de la enseñanza y aprendizaje para el 2024. Una de ellas es el creciente interés por las cuestiones legales en el uso de la IA en la enseñanza y el aprendizaje. “El Consejo y Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo en relación al reglamento de la IA, en el que se establece una clasificación basada en riesgos que puede tener relación con la educación y el mundo laboral. Esta regulación, además de clasificar los niveles de riesgos de la IA, también destaca los requerimientos de transparencia para la IA de propósito general, como por ejemplo, informar a los usuarios de la interacción de una IA o el derecho de los consumidores a presentar quejas y recibir explicaciones”.

Otra de las tendencias de tecnología para el 2024 que destaca la experta es la irrupción de nuevas tecnologías en educación: “A pesar de las polémicas recientes sobre el uso de móviles en las aulas y con el boom del metaverso o la IA generativa, los centros educativos están más abiertos a la adopción de nuevas tecnologías y pedagogías relacionadas con formar al profesorado en TIC”. Gómez también destaca el aprendizaje a lo largo de la vida y la mejora de competencias a través de microlearning y nanodegrees como una de las tendencias en educación del 2024: “El mercado laboral solicita una constante readaptación de los perfiles profesionales y la situación económica global obliga a los trabajadores a mejorar su currículum para esquivar la crisis actual. Este tipo de cursos cortos ayudan a aprender o mejorar habilidades transversales y específicas y a readaptar los perfiles profesionales a nuevas demandas de manera más rápida”.

4. Cultura digital: IA y arte digital

En este episodio de Despacho 42 la profesora Paloma González expone las tendencias en el ámbito de la cultura digital. “El mundo del videojuego sigue en alza, los espectáculos y las actuaciones en directo están creciendo, pero el mundo de la cultura en general sigue estando en precario y cada vez más: las grandes empresas tecnológicas han conseguido imponer sus herramientas y normas y salirse de los estándares cuesta mucho. Ideas hay, pero es difícil que se visualicen entre tanta competencia”, explica la profesora.

Entre las tendencias de tecnología para el 2024 que comenta González, destacan las posibilidades de la IA en el ámbito del arte y de la cultura. “Hoy en día se habla mucho de herramientas de IA y creación digital, pero aún no estamos viendo proyectos realmente innovadores y críticos en este ámbito. Estamos volviendo al inicio de la creación digital: los profesionales de la creación necesitan formarse con estas herramientas y no todo el mundo tiene las mismas posibilidades. Todos y todas tenemos que adaptarnos a estos cambios, formarnos y experimentar en este ámbito”, relata González. Y añade: “Actualmente, es fácil intuir con qué herramientas se ha creado una imagen determinada. La cuestión es que aunque cada persona lo utiliza intentando generar una estética determinada, vivimos en una época de constante referenciación de autores clásicos o tradicionales. Cambia radicalmente el modo de generar las imágenes: a través de los prompts”.

La noción de imaginación no va a cambiar respecto a la creación.  En este sentido, tenemos que quitarnos de la cabeza que la máquina lo hará todo. “Detrás de la creación con IA debe haber mucho conocimiento, formación y experimentación por parte de los artistas y diseñadores”, concluye la profesora.

5. El consumo energético de la tecnología: de los data centers a los vehículos eléctricos 

El profesor Antoni Pérez-Navarro asegura que uno de los temas que será candente en 2024 es el consumo energético de los data centers. “Los data centers, utilizados por grandes empresas como Amazon, Google o Netflix, tienen una huella ecológica muy elevada. Según un estudio publicado en New Scientist, la refrigeración a 20 y 25 grados de estos espacios representa alrededor de un tercio del consumo energético. Este mismo análisis apunta que se podría pasar a los 41 grados sin degradación significativa del rendimiento, lo que representaría un ahorro energético de entre el 13 y el 56%”, destaca Pérez-Navarro.

En el ámbito de la energía, el profesor también destaca los problemas del vehículo eléctrico como, por ejemplo, la huella de carbono de la producción de vehículos eléctricos: “Las emisiones de gases con efecto invernadero en la fabricación de un vehículo eléctrico, según un estudio de Volvo, eran un 70% superiores a las de la fabricación de un vehículo de combustión a causa de las baterías de ion de litio”. En este sentido, Pérez-Navarro apunta que ya se está empezando a hablar de otro tipo de baterías, como las baterías de estado sólido, las baterías de grafeno o de otras fuentes de energía, como los combustibles sintéticos o el hidrógeno, que puede ser una alternativa muy prometedora que podría servir para la producción de vehículos y también para la energía de los hogares. Por otro lado, el profesor apunta que es muy difícil compensar el coste energético de fabricación de cualquier producto: “Tenemos que intentar que cuando algo se fabrique, se utilice al máximo. En Francia ya hay legislación que prohíbe tirar un producto por el simple hecho de no ser vendido”.

6. Auge de la IA generativa y nuevos modelos de negocio

El profesor Robert Clarisó asegura que en 2024 la IA generativa seguirá siendo una de las principales tendencias en tecnología. “En 2022 vivimos el descubrimiento de la IA generativa y este 2023 esta tecnología ha empezado a llegar a las herramientas que utilizamos en el día a día: editor de correo electrónico, procesador de textos, editor de diapositivas, etc. Ahora ya no vamos a un servicio que ofrece una IA a la que le hacemos unas preguntas, sino que ya la tenemos integrada en las herramientas que utilizamos”, explica. A pesar de que esto puede mejorar la productividad, Clarisó advierte de los principales peligros de la integración de esta tecnología: “Estamos abriendo la puerta a una IA a que use los documentos que tenemos a mano en nuestro día a día, como por ejemplo nuestros correos electrónicos o la información de nuestra empresa. Por este motivo, es importante leer bien los términos y condiciones que nos proporcionan estas herramientas”.

Por otro lado, Clarisó destaca el elevado coste computacional que requiere la IA generativa, que implica también un elevado consumo energético. “La generación de una imagen mediante IA generativa consume la misma electricidad que cargar un teléfono móvil. Y cada vez que hacemos una consulta a una IA hay una red neuronal que va haciendo cálculos para poder calcular esta salida que nosotros queremos conseguir”, ejemplifica.

En este sentido, el profesor asegura que cada vez vamos a ver más servicios que empiecen a ofrecer funcionalidades de IA con versión de pago. “Habrá empresas que intentarán ligar la IA generativa a otros servicios que ofrecen para conseguir una ventaja competitiva. Por ejemplo, si Microsoft Office integra la IA en las herramientas ofimáticas que ofrece, seguramente tendrá muchos más usuarios que otros sistemas, por lo que podrán ofrecer condiciones más ventajosas y captar nuevos usuarios”, relata.

Para concluir, Clarisó también destaca que empiezan a aparecer modelos de lenguaje más sencillos y específicos que consumen muchos menos recursos que las grandes IA y que pueden llegar a ser factibles para ejecutar en ciertos ordenadores de manera local. “Esto tiene muchas ventajas: el coste se traslada al usuario, no consumes tanta energía y la huella de carbono de la IA es mucho menor y tienes mucho más control de la información y los datos del sistema”, concluye el experto.

Fuente y acceso a los podcasts: Universitat Oberta de Catalunya 

Entrevista a Kazuhiko Nishi, creador del ordenador personal

Un nutrido grupo de fans del sistema MSX esperaba entusiasmado a Kazuhiko Nishi a su llegada a la sede de la Universitat Oberta (UOC) en el campus de Can Jaumeandreu en ocasión de su visita para conmemorar los 25 años de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación. Fundador de ASCII Corporation, y la persona que puede considerarse el padre del estándar MSX, Nishi es considerado el creador del ordenador personal. A sus 66 años, no piensa en jubilarse y trabaja en un montón de proyectos apasionantes.

¿Cómo se siente al haber sido invitado a colaborar con la UOC?

Estoy muy feliz, es único estar en una universidad abierta al conocimiento y en internet. Su nombre me parece muy poderoso: abierta. Antes la universidad era una torre de marfil, una institución elitista para unos pocos elegidos. En cambio, en la Universitat Oberta de Catalunya el conocimiento está abierto a todo el mundo, cualquiera puede venir y aprender.

Usted es conocido por haber creado el ordenador personal. ¿Cómo ve haber conseguido este hito cuando mira hacia atrás?

Tuve mucha suerte de estar allí en ese momento de la historia y que se dieran las circunstancias para llevar a cabo el proyecto. Si no hubiera sido yo, alguna otra persona lo habría hecho.

Con 66 años sigue al pie del cañón, trabajando en múltiples proyectos. ¿Cuál es el foco actual de su carrera?

Mi último reto ha sido diseñar tres ordenadores: MSX 0, un ordenador conectado al internet de las cosas (IoT, del inglés Internet of Things); MSX 3, un ordenador multimedia, conectado a la televisión, y MSX turbo, un superordenador para el ámbito doméstico. Además, también estoy en proceso de crear una nueva universidad privada que abrirá en 2025: el Japan Institute for Advanced Studies, que se enfocará en temas tecnológicos. Estoy estableciendo colaboraciones con universidades de otros países, como Hong Kong, Taiwán, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. Me gustaría añadir la UOC a estas alianzas.

¿Cree que el MSX 0, conectado a nuestros aparatos domésticos, va a impactar en nuestro día a día, como lo hizo el ordenador personal?

Los microprocesadores cada día son más pequeños y baratos, por lo que cada vez más productos llevarán un microchip y estarán interconectados. Esto nos hará la vida más fácil. Por ejemplo, si ahora sales de casa y te olvidas de apagar el aire acondicionado, te va a subir la factura de la electricidad. Cuando tengamos estos aparatos «inteligentes», notarán que no estamos en casa y el aire se apagará automáticamente.

Le veo la utilidad, pero también tendrá un coste para nuestra privacidad.

El ordenador no tiene el deseo de controlar. En todo caso, hay otro peligro. Si dependemos totalmente del IoT y este deja de funcionar, la sociedad se parará: nos quedaremos sin aire acondicionado, sin agua, etc. Pero hay otras tecnologías que pueden ser muy peligrosas.

¿Cuáles son?

El mayor peligro para la sociedad del futuro son los robots. No estoy hablando de los robots que venden Coca-Cola o limpian el suelo, sino de los robots con aspecto humanoide, que pueden ser diseñados para matar. Cuando una mala persona quiere matar a alguien, esta tiene un límite. Pero un robot programado para asesinar, no. Las leyes actuales sobre desarrollo de robots están obsoletas, debemos revisarlas y ponerlas al día para que un escenario de este tipo nunca pueda producirse.

La inteligencia artificial (IA) es cada vez más inteligente y está aprendiendo a realizar más tareas. ¿Cómo podemos controlarla para que no se nos escape de la mano?

El peligro de la IA es que debemos asegurarnos de que no se convierte en una «caja negra», es decir, debemos saber cómo ha sido programada y cómo funciona. Imaginemos que un ingeniero muere de forma repentina sin dejar esta información. Puede suponer un riesgo no saber cómo funciona la caja negra. La IA deberá ser regulada en el ámbito jurídico.

¿Se imagina un mundo en que la IA haga nuestro trabajo y tengamos más tiempo libre?

No, a menos que queramos convertirnos en seres humanos «tontos» que dependen de las máquinas y que no saben pensar. De todos modos, la IA será muy potente, especialmente en algunos campos como la medicina, en el que superará la capacidad de los médicos dentro de pocos años. Aun así, una decisión importante sobre un paciente siempre la debería tomar un médico experto.

¿Qué otras innovaciones van a cambiarnos la vida?

Los automóviles también serán muy inteligentes. Hemos oído mucho hablar de la conducción automatizada, pero no se ha materializado todavía. Creo que en los próximos años habrá grandes avances en este ámbito. Por otro lado, aunque hay la tendencia de pasar a los coches eléctricos, los de gasolina no van a dejar de existir, pues son más rentables.

Para terminar, ¿qué consejo daría para animar a los niños —especialmente a las niñas— a enfocar su carrera en el ámbito tecnológico?

Si te gusta la tecnología y construir cosas, conviértete en ingeniero. Pero si prefieres ganar mucho dinero, hay otras carreras profesionales: abogado, médico, dentista… Respecto a las niñas, el problema está en el contexto cultural y, especialmente, en sus padres. A ellos les diría: «Trata a tu hija como a un individuo, no como a una hija».

Fuente: Universitat Oberta de Catalunya

«Los móviles son una herramienta eficaz para informar sobre salud sexual a adolescentes en países con barreras socioculturales»

Paul Macharia, doctor por la UOC dentro del programa de Tecnologías de la Información y de Redes

Ofrecer a la juventud información sobre salud sexual y reproductiva de forma clara, directa y sin barreras. Este es el objetivo del colectivo sanitario, educador e investigador de diferentes rincones del planeta, especialmente en aquellos países con pocos recursos en los que la salud sexual sigue siendo un tabú.

Con su trabajo doctoral en la UOC, «Leveraging mobile phone-based technologies to provide on-demand adolescent sexual reproductive health information in a resource-limited setting: Kibra, Nairobi County», el investigador keniano Paul Macharia analiza el potencial de las tecnologías móviles para acabar con este problema y acercar la salud sexual a los jóvenes de Kenia (acceso abierto a resultados del trabajo de tesis).

Se trata de una tesis interdisciplinaria, a caballo entre el eHealth Center y los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación (EIMT). Tras su lectura este pasado diciembre, Paul Macharia se doctoró dentro del programa de Tecnologías de la Información y de Redes de la UOC, bajo la dirección de Antoni Pérez Navarro, investigador del grupo ICSO, y Carme Carrion Ribas, investigadora principal del eHealth Lab. Hablamos con Paul Macharia para conocer mejor los objetivos y los resultados de su trabajo.

Los y las adolescentes necesitan conocimientos, habilidades y valores en materia de salud sexual y reproductiva. ¿Hasta qué punto son importantes para empoderarlos y garantizar su salud?

La salud sexual y reproductiva tiene un impacto de por vida en los adolescentes, sus familias y sus comunidades. Contar con conocimientos, habilidades y valores sobre salud sexual fortalece la toma de decisiones y determina sus comportamientos. Además, previene enfermedades de transmisión sexual, embarazos entre adolescentes e impactos emocionales que pueden poner en riesgo su salud mental, entre otros problemas.

¿Cómo es la educación sexual de las chicas y los chicos en Kibera y en Kenia?

Por lo general, la educación sexual recae sobre las madres y los padres, ya que apenas se da información en las escuelas. Las investigaciones señalan que solo cerca del 15 % de los adolescentes tiene acceso a este tipo de información. Se estima que, de los 32.017 nuevos casos de VIH reportados en Kenia en 2020, 11.229 (el 35 %) se dieron entre adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años. Estos datos muestran la necesidad y la urgencia de informar sobre salud sexual y reproductiva a los jóvenes de Kenia.

¿Cuáles son las principales dificultades para hacerles llegar esta información?

Las barreras culturales, religiosas y sociales. Además, existen también desafíos legales y políticos: por ejemplo, los adolescentes menores de 18 años no pueden recibir información ni servicios sobre anticonceptivos. Varios proveedores de atención médica se atribuyen un papel de «vigilancia» de los adolescentes que intentan acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva. Quieren determinar lo que es mejor o adecuado para estos adolescentes en función de sus propios estándares y valores, algo que impacta negativamente en los resultados de salud.

¿Son los teléfonos un medio efectivo para llegar al conjunto de jóvenes y ofrecerles la información que necesitan?

Sí, por diferentes motivos. Los adolescentes y los jóvenes utilizan sus teléfonos para acceder a internet, a las redes sociales y a medios de comunicación como los mensajes o las llamadas de voz. Al ofrecer información sobre salud sexual a través de los teléfonos móviles, el contenido puede individualizarse según sus necesidades, la información está disponible bajo demanda y se aumenta la confidencialidad de los usuarios.

Parte de tus estudios se basan en la idea de brindar información sobre salud sexual y reproductiva a través de una aplicación. ¿Podrías explicarnos brevemente este método?

¡Por supuesto! Se utilizó un enfoque de diseño centrado en las personas (HCD, por sus siglas en inglés). Esto involucró dos aspectos: establecer las necesidades de información sobre salud sexual y reproductiva y la brecha entre los adolescentes en Kibera, por un lado, y conocer qué tecnología móvil prefieren para recibir información bajo demanda, por otro.

¿Cuáles fueron los principales resultados?

En el estudio cualitativo, los las chicas y los chicos indicaron que necesitaban información sobre identificación de infecciones de transmisión sexualrelaciones sexuales, abstinencia en menores de 18 años, anticonceptivos para jóvenes de 18 años en adelante y consumo de drogas. Prefirieron la tecnología USSD (acrónimo del inglés unstructured supplementary service data), que se basa en la interacción mediante mensajes cortos que no se almacenan en los dispositivos de los usuarios.

¿Fue útil la aplicación para guiar a los adolescentes en su toma de decisiones y mejorar sus resultados de salud?

Los resultados de la investigación mostraron un cambio significativo desde el punto de vista estadístico en el conocimiento sobre salud sexual, algo que puede conllevar una mejora en la toma de decisiones. Las usuarias y los usuarios señalaron que es posible que hayan podido identificar más rápido los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual, y esperamos que esto los lleve a buscar atención médica para mejorar sus resultados de salud.

Fuente y noticia completa: Universitat Oberta de Catalunya (UOC)

Esto es lo que pasa cuando hay un espía en casa

Los altavoces inteligentes escuchan nuestras conversaciones «para mejorar su funcionamiento» y los expertos recomiendan tomar precauciones.

“Evite tener conversaciones de trabajo confidenciales cerca de asistentes domésticos digitales o parlantes inteligentes (por ejemplo, Alexa o Google Home), ya que estos pueden grabar lo que dice y compartirlo con su empresa matriz”. De esta manera, el Gobierno irlandés ha alertado a sus políticos y trabajadores del peligro que corre su privacidad si deciden dejar entrar en sus hogares un objeto tan usual como un altavoz inteligente.

La tecnología con frecuencia inspira ambivalencia. “Sabemos que el negocio de algunas empresas multinacionales está en nuestros datos, pero aceptamos cualquier política de privacidad sin ni siquiera leerla con tal de beneficiarnos de un servicio”, arranca Jordi Serra, profesor de Informática en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador en ciberseguridad. Y añade: “Lo mismo ocurre con nuestra comodidad. Si preferimos el privilegio de que nos enciendan las luces en vez de hacerlo nosotros mismos, debemos asumir que invadan parte de nuestra intimidad”.

Los altavoces inteligentes son una presencia cotidiana en muchos hogares. Aparecen como una herramienta que facilita nuestras vidas. Se comercializan a modo de asistente personal que, cautivado por nuestra voz, acata todo aquello que le ordenamos: reproduce nuestra música favorita, hace la compra por internet, canta las últimas noticias o sube la persiana a la hora de despertarse. Amazon tiene su Alexa y su Echo; Google, su Home; Apple, su HomePot, y así una larga lista de un mercado que no para de crecer y aspira a contar con 8.000 millones de dispositivos repartidos por nuestros hogares el año que viene. El comunicado oficial que recibían los políticos irlandeses, al que accedió el diario Business Post, reabre el debate sobre el lado oscuro de estos aparatos.

Accede al artículo completo de Gerard Guerrero en La Vanguardia  

El big data ayuda a los docentes a mejorar el rendimiento de los universitarios

El profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador de Edul@bJuan Pedro Cerro, ha demostrado la eficacia de los macrodatos (big data) aplicados a la educación, las denominadas analíticas de aprendizaje, para mejorar la docencia y los resultados académicos de los estudiantes universitarios. Cerro, ingeniero informático, desarrolló en el transcurso de su tesis doctoral en aprendizaje en línea (e-learning), dirigida por Montse Guitert y Teresa Romeu, la aplicación DIANA —acrónimo de DIalogue ANAlysis—, que analiza la interacción comunicativa en los espacios de mensajería de la UOC, accede a los mensajes que los estudiantes se han intercambiado y calcula una serie de indicadores y métricas que son reportados al docente, respetando siempre la privacidad de los estudiantes y cumpliendo con lo establecido en la Ley General de Protección de Datos.

La aplicación se testó durante un año y medio en una asignatura compartida por todos los grados de la UOC. Las 40 aulas en las que se había usado registraron un descenso del 6 % en el índice de abandono. También se incrementó casi un punto la calificación media de los estudiantes y se redujo la dispersión de esas mismas calificaciones. «El nivel del grupo fue más homogéneo porque el docente estaba mucho más informado de lo que ocurría en las aulas, podía actuar ante determinadas situaciones y corregir el rumbo de algunos estudiantes», apunta Cerro. El 90 % de los estudiantes valoró muy positivamente la aplicación de DIANA. El centro de innovación en educación de la universidad, el eLearning Innovation Center (eLinC), ayudó a implementar la herramienta en las aulas piloto, con más de 2.300 estudiantes.

Metadatos que guían la docencia

DIANA analiza los metadatos que contienen los mensajes que intercambian los estudiantes en el aula virtual. En total, calcula cerca de 30 métricas. «Algunas de ellas son muy evidentes, como la cantidad de palabras de promedio que envían los estudiantes en sus mensajes, o la cantidad de mensajes y respuestas que se publican. Pero hay otras más complejas, como comparar las palabras que se utilizan en la comunicación con un pequeño tesauro que define el docente para saber si la conversación se centra en los ejes temáticos de la actividad o si, por el contrario, se ha dispersado», explica Cerro.

La aplicación ofrece dos tipos de información. La primera es individual, sobre cada uno de los estudiantes, con aspectos como la forma en la que se disemina su participación a lo largo del tiempo para detectar si, por ejemplo, el estudiante se involucra mucho al principio y luego desconecta, o viceversa. El segundo tipo de información es de grupo, de manera que en la pantalla de DIANA se muestra cómo los estudiantes se organizan, utilizando métricas como la cantidad de mensajes enviados por semana, la franja horaria más utilizada, la nube de palabras aparecidas en la conversación o, incluso, el grado de adecuación del discurso al campo semántico definido por el docente a través de ciertas palabras clave.

La herramienta, además, permite fijar una serie de alertas para advertir al docente cuando la conversación se dispersa demasiado o si un estudiante está mucho tiempo inactivo. Todo ello, con un objetivo claro: mejorar los resultados académicos y demostrar hasta qué punto son eficaces las analíticas del aprendizaje, una disciplina que en ocasiones ha sido cuestionada por determinados autores, a quienes preocupa la idea de que el papel del docente se reduzca al de un mero recolector de datos.

Esta investigación interdisciplinar entre pedagogía y tecnología demuestra lo contrario: como las analíticas de aprendizaje facilitan al docente el trabajo de seguimiento y evaluación, y ello emerge de la propia experiencia de Cerro como profesor. «Cuando un docente tiene un número elevado de estudiantes y la actividad de aprendizaje se desarrolla en línea de manera colaborativa, se producen determinadas mecánicas que dificultan la evaluación de cada estudiante de forma individual», explica.

DIANA figura en el Registro de la Propiedad Intelectual de Cataluña en todas sus versiones y la idea es ofrecerla en modo de conocimiento abierto, con una licencia GPL 3.0. De hecho, la aplicación ya está disponible en abierto y en la tesis de Cerro aparece el enlace que permite descargar el código fuente para implementarlo en cualquier institución. «Siempre hemos pensado en la posibilidad de colaborar con quien quiera ampliar el horizonte de la herramienta», asegura su autor.

 

Un nuevo proyecto de I+D para adaptar DIANA

En este sentido, tras la investigación y para comprobar si las conclusiones son extrapolables a otros contextos educativos con metodologías de aprendizaje diferentes, Montse Guitert y Teresa Romeu investigadoras del grupo Edul@b, de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, están al frente de un nuevo proyecto de investigación denominado Uso de analíticas de aprendizaje en entornos digitales: impacto en la mejora de la práctica docente universitaria, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Iniciado en septiembre de 2021, tiene una duración de tres años y en él participan otras seis universidades junto con la UOC. «Vamos a dar continuidad al trabajo ya realizado en mi tesis», explica Cerro, que figura entre el equipo investigador. «Queremos mejorar la definición de los indicadores y las métricas de analíticas del aprendizaje que pueden ayudar a los docentes. Vamos a ponerlas en común con expertos de otros másteres de diferentes universidades, analizaremos el impacto académico que supone la aplicación de estas analíticas del aprendizaje en otros entornos digitales para contrastarlos con nuestros resultados y, por último, proporcionaremos algunas recomendaciones sobre el uso de la herramienta en la práctica docente. Todo ello implicará la adaptación de la herramienta DIANA a otros contextos, por lo que sufrirá modificaciones y se mejorará», concluye Cerro.

La tesis de Juan Pedro Cerro, elaborada dentro del programa de doctorado de Educación y TIC (E-learning) de la Escuela de Doctorado de la UOC, se llevó el 2021 Award for Best Interdisciplinary Thesis de la UOC fallado recientemente, y la revista de referencia internacional ETHE (International Journal of Educational Technology in Higher Education) publicó un artículo y varias infografías con las principales conclusiones de la investigación.

Fuente: UOC

Expertos en ingeniería Informática recomiendan juegos para formarse en pensamiento computacional

«La programación es el superpoder del siglo xxi, ya que permite a las personas pasar de ser consumidoras de tecnología a ser parte activa en su construcción». Así lo cree Elena Planas, directora del grado de Ingeniería Informática y profesora de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Pero ¿está al alcance de todos? ¿Qué hace falta para aprenderla? ¿Cualquiera puede convertirse en programador, aunque sea a pequeña escala?

Según los expertos, en principio no hay requisitos imprescindibles. Como explica Joan Arnedo, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación y director del máster universitario de Diseño y Programación de Videojuegos de la UOC, no es una habilidad compleja al alcance de solo unos pocos. «Es como ir a correr, escribir o dibujar; es cuestión de ponerse, poco a poco, y de ganas. La prueba está en el énfasis que en los últimos años se está dando a esta disciplina en los colegios, desde primaria».

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Fuente: murcia.com