Asunción Gómez-Pérez, es catedrática de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticos de la Universidad Politécnica de Madrid y actualmente vicerrectora de Investigación, Innovación y Doctorado. Experta en inteligencia artificial y lenguaje ha ingresado como miembro de número de la Real Academia Española (RAE) para ocupar la silla q, vacante tras el fallecimiento de Gregorio Salvador el 26 de diciembre de 2020.
La experta en inteligencia artificial y lenguaje Asunción Gómez-Pérez ha ingresado este domingo en la Real Academia Española con un discurso en el que ha establecido un decálogo para trabajar con la Inteligencia Artificial y ha avanzado algunos de los retos y posibles escenarios con esta tecnología, incluyendo que «en pocos años» las consultas de las máquinas a la institución superen a las de las personas.
Gómez-Pérez ha leido el discurso ‘Inteligencia artificial y lengua española’ en un acto en el que ha estado presente la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño. En una situación poco habitual, le ha dado la bienvenida en nombre de la corporación el propio director de la RAE, Santiago Muñoz Machado.
Desde hace más de noventa años no sucedía que un director de la RAE contestara personalmente a un nuevo académico. La última ocasión fue la respuesta de Ramón Menéndez Pidal a Niceto Alcalá-Zamora en 1932. Esta situación solía darse o bien por la inclinación de algunos directores a hacerlo, o por la materia de que se iba a tratar en el discurso, o por la relevancia del personaje que se incorporaba a la RAE.
La propia Academia ha explicado que la decisión del actual director de contestar el discurso de Asunción Gómez-Pérez se debe «a la novedad tan relevante» que supone para la RAE la incorporación de una experta en inteligencia artificial, y la consiguiente utilización para el trabajo académico de una tecnología que «tendrá una incidencia de enorme envergadura en la normativa y el uso de la lengua».
En su discurso, Gómez-Pérez -primera doctora en Informática en ingresar en la RAE- ha detallado ante los académicos un decálogo de propuestas en torno a la relación de la Inteligencia Artificial con el lenguaje. «Por un lado, mis aportaciones han de ir encaminadas a poner la inteligencia artificial al servicio de la lengua española, pero también a que los materiales de la Academia estén en los formatos de la inteligencia artificial», ha señalado.
La RAE frente a los retos de la inteligencia artificial
Asunción Gómez-Pérez ha recordado que «en 1993 Lázaro Carreter impulsó en la Academia un ambicioso plan para incorporar las tecnologías informáticas. En 2019, casi treinta años después, el actual director, Santiago Muñoz Machado, impulsa un novedoso plan para introducir la inteligencia artificial en la institución, un plan que se materializa en el proyecto Lengua Española e Inteligencia Artificial (conocido como LEIA). LEIA tiene como fin cuidar el uso de un correcto español en los medios tecnológicos, y así evitar que se pierda la unidad que permite que más de 585 millones de personas puedan comunicarse en nuestra lengua sin dificultades».
La experta en IA se ha preguntado cómo puede la RAE normativizar la lengua de las máquinas cuando son producto de una inteligencia artificial y cómo puede ayudar la inteligencia artificial a la Academia en su misión de observar el cambio que experimenta la lengua española.
Para lograr estos objetivos, Gómez-Pérez ha enunciado una serie de propuestas. Entre ellas, incorporar los materiales de la RAE en el espacio europeo de datos lingüísticos, ya que conviene que «las máquinas que usan la lengua española sean entrenadas con materiales lingüísticos fiables».
Asimismo, propone crear modelos de lenguaje en español, para lo que es crucial contar con un gran corpus de textos que permita aprender el vocabulario en él utilizado y la relación entre las palabras que lo conforman, y destaca como necesaria la gobernanza de los materiales lingüísticos.
Además, plantea la creación de una plataforma software para la inteligencia artificial «que proporcione a desarrolladores externos unas interfaces de programación de aplicaciones basada en estándares, muy detalladas y bien documentadas, con servicios básicos de acceso, que permitan la recuperación y la consulta de los materiales en formatos propios de la casa».
Su quinta propuesta incluye «incorporar más inteligencia artificial en los procesos productivos de la RAE para agilizar sus tareas cotidianas». Y, en relación con esto, considera que el sistema de consultas lingüísticas de la RAE es una gran fuente de información, además de especificar los beneficios de tener un verificador lingüístico en línea para el español y un observatorio también en línea del sistema lingüístico del español.
La novena propuesta recoge la necesidad de elaborar una metodología consensuada «que guíe el proceso de evaluación comparativa y de auditoría de los materiales y tecnologías del lenguaje en español». Así se podrían identificar los riesgos de los grandes modelos de lenguaje para evitar sesgos o posibles casos de discriminación. «Si los corpus utilizados en el entrenamiento de los modelos presentan errores repetitivos en el léxico, el modelo de lenguaje aprenderá dando por buenos los errores», ha señalado.
La décima propuesta incluye la creación de un marco de colaboración estable entre numerosos agentes. Ha especificado que «junto a la Real Academia, deberían participar las Administraciones públicas, las grandes empresas tecnológicas, las pequeñas y medianas empresas, las universidades, los centros de investigación e innovación, así como los centros de enseñanza media y de formación profesional».
Para concluir, Asunción Gómez-Pérez ha asegurado que «la Academia debe considerar cómo llevar a cabo su misión para conocer y supervisar el uso del español en el mundo digital, y a la vez actuar para ofrecer sus materiales, con las licencias que corresponda, para que la inteligencia artificial use correctamente la lengua española».
Fuente y noticia completa en: UPM