El cien por cien de los beneficios obtenidos con la venta de los productos del rastrillo se harán llegar al Cabildo de La Palma, Cáritas y Cruz Roja, instituciones todas ellas que están proporcionando ayuda de emergencia a los afectados por el Cumbre Vieja, ya que como ha puesto de manifiesto el director del proyecto, José Jesús Castro, “aunque la erupción volcánica ha finalizado y ha dejado de ser noticia, la necesidad sigue existiendo y con este proyecto queremos volver a traer a los afectados a la memoria, que la sociedad no se olvide de ellos. Ahora más que nunca necesitan sentir el apoyo”.

Guadalupe Plaza Gómez, una de las estudiantes implicadas en el proyecto, ha animado al conjunto de la comunidad universitaria, en particular, y a la sociedad, en general, a colaborar con esta iniciativa porque con ella no solo se está ayudando a quienes lo necesitan, sino que además con la venta de artículos que ya no se usan se les intenta dar una segunda vida, favoreciendo así el reciclaje y un consumo más responsable y sostenible.

De su lado, el vicerrector de vicerrector de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social de la UCLM, César Sánchez Meléndez; y el director de la Escuela Superior de Informática, Crescencio Bravo Santos, han hecho lo propio, a la vez que han agradecido y han dado la enhorabuena a los impulsores de la iniciativa que, en su opinión, “puede ayudar a cambiar el mundo.

En este sentido, Sánchez ha asegurado que este es “un producto bueno, con muchas posibilidades de futuro y de proyección a otras acciones” y ha añadido que la Universidad aporta conocimiento, “la herramienta más valiosa” para cambiar cosas; mientras que Santos ha afirmado que desde las aulas universitarias “se pueden hacer muchas cosas utilizando el espíritu solidario y voluntario” y ha puntualizado que el de hoy es un proyecto realizado con “entusiasmo, profesionalidad y generosidad”.

Por último, el vicerrector de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social ha querido estrenar su vinculación con el proyecto con la donación de unos libros y un altavoz de su hijo. “Esta es la aportación y colaboración de mi hijo, Jaime Sánchez, de 11 años”, ha enfatizado.

Trabajos anteriores

No es la primera vez que desde la asignatura de Comercio Electrónico del Grado en Ingeniería Informática su profesor implica a sus estudiantes en proyectos solidarios con un componente formativo tecnológico. De hecho, con este ya son diez las iniciativas solidarias puestas en marcha.

Así, en cursos anteriores han sido artífices del diseño y desarrollo de la nueva web corporativa de la protectora de animales ‘La Bienvenida’ de Ciudad Real, la Asociación Santa Águeda de Puertollano, la Asociación VivELA de Ciudad Real, de amigos, familiares y afectados por esclerosis lateral amiotrófica, la Asociación Pequeños Luchadores de Ciudad Real o la Asociación de Niños con Cáncer Afanion, entre otras.

Fuente: El Digital de Albacete