Según publica la UNESCO, del total de matriculaciones registradas en carreras STEAM (en inglés, Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) durante el último curso, tan solo el 35% pertenece a mujeres. En respuesta a este datos, diferentes iniciativas aprovechan el tirón de las nuevas tecnologías para reivindicar la presencia femenina en materias tales como la programación o la robótica.
El reloj del escritorio marca las 12:30h. Se abre en el portátil una pantalla dividida que enmarca la cara de dos chicas. “¡Hola a todos!”, saludan antes de dar paso a las presentaciones: “Yo soy Patricia”, “Y yo soy Valeria”, “Y juntas formamos ValPat”. Es el ritual que siguen cada día, y de manera puntual, una profesora y su alumna a través de YouTube. Un equipo unido con la interesante misión de trasladar la ciencia y la tecnología a los más jóvenes de una manera amena y directa:
“Realizamos proyectos englobados en cinco categorías. Así, tenemos videos de proyectos de robótica, electrónica, programación, matemáticas y diseño, que complementan a las charlas que impartimos en colegios, compañías o eventos, y los medios en los que aparecemos”.
Con esta iniciativa, que surgió como una serie de vídeos periódicos y que, durante el actual estado de confinamiento, se ha visto reforzada por emisiones diarias en directo, Valeria y Patricia pretenden no acomodarse únicamente en la vertiente didáctica de sus contenidos, sino caminar un paso más allá: “Nos gusta ser un ejemplo para las niñas, para que vean que están de sobra capacitadas para este mundo, si les gusta. Queremos inspirar y servir de modelo a esas niñas para que usen la tecnología y la vean como una opción para ellas”.
Y es que las responsables de ValPat son conocedoras de los números que confirman que el acercamiento de las mujeres a las formaciones y profesiones STEAM sigue siendo aún muy limitado. Según datos de la UNESCO, únicamente el 35% de matriculaciones registradas en carreras STEAM en el último curso tienen nombre de mujer. De ahí la importancia que pueden tener experiencias de este tipo, capaces de convertirse en caballos de batalla contra la brecha de género, y que también tienen su réplica en Andalucía.
Más de 400 niñas participaban en la última edición de “Guadalinfo promueve STEAM, despertando vocaciones científicas y tecnológicas en las jóvenes andaluzas”, una iniciativa que ya en su nombre evidencia su propósito y que, además de diversos talleres y charlas relacionados con la robótica, la programación o la impresión 3D, contemplaba la inclusión de un certamen para premiar los proyectos más innovadores desarrollados por las propias alumnas: “Fueron premiadas, entre otras propuestas, elementos de protección deportiva, soluciones para racionalizar aparcamientos, repuestas tecnológicas para la prevención de incendios, cerraduras digitales, o mejoras tecnológicas para invidentes tales como un bastón inteligente o soluciones domóticas”, señala Luis Navarro, director general del Consorcio Fernando de los Ríos.
La iniciativa de Guadalinfo está enfocada a un perfil de alumnas adolescentes, como respuesta a una necesidad detectada desde el organismo y que Navarro explica así: “Los datos nos dicen que, a partir de la adolescencia, se abre una brecha de género en este campo. Por eso decidimos iniciar un piloto enfocado específicamente al grupo de edad que se suele «descolgar» de las disciplinas STEAM”.
También pretende fomentar la curiosidad hacia formaciones STEAM en este rango de edad la iniciativa “Programar en igualdad”, puesta en marcha por la Universidad Pablo de Olavide (UPO). En este caso se trata de un concurso en el que se insta al alumnado de los Centros de Educación Secundaria de la provincia de Sevilla a que desarrollen y presenten vídeos destinados a acabar con los estereotipos de género en materia de ingeniería y nuevas tecnologías.
“Es preciso dar una visión real de lo que significa ser un ingeniero o ingeniera informática”, indica María del Pilar Moreno, directora del Grado en Ingeniería Informática en Sistemas de Información (GIISI) de la UPO. “Entre nuestros objetivos están el de difundir un mensaje positivo e igualitario en la sociedad para reducir la brecha de género, e incrementar la presencia femenina en las aulas y en la profesión informática, de manera que haya una mayor diversidad de género en las empresas tecnológicas.”
“No podemos afrontar los retos del siglo XXI con dinámicas exclusivamente urbanas y masculinas”, recuerda Luis Navarro en forma de sentencia a la que Pilar Moreno añade, de manera concluyente, que: “materias como la ingeniería informática están cambiando la forma de ver el mundo. Las mujeres no podemos quedarnos al margen del momento tecnológico sin precedentes que estamos viviendo”.
Fuente: Cibersur